La Federación Nacional de Productores de Leche junto a otras entidades gremiales lanzaron una advertencia dura: el Instituto Nacional de la Leche (INALE) corre el riesgo de cierres operativos en 2026 si se mantiene el nivel de recursos proyectado por el Estado. Señalan que la dotación presupuestaria sería insuficiente para cubrir sus funciones básicas de apoyo y regulación.
Según las organizaciones lecheras, INALE desempeña un rol clave en técnicas de producción, asesoramiento, investigación y programas de mejora genética. Si estos servicios colapsan, la cadena láctea podría enfrentar mayores debilidades estructurales.
El argumento central es que sin inversión real en institucionalidad, las ayudas estatales, el control sanitario, la extensión técnica y los programas de innovación perderían eficacia. A juicio de los gremios, la manutención del nivel mínimo operativo es esencial para no dejar al tambo sin un soporte técnico clave en un contexto de costos crecientes y competencia internacional.
Aunque no precisaron números exactos, los dirigentes aseguran que el recorte encubierto en recursos será tanto en personal como en insumos, lo que podría traducirse en menor cobertura operativa regional, recorte de actividades y debilitamiento institucional.
El reclamo colectivo apunta al Gobierno: demandan revisar las partidas asignadas, reordenar prioridades y garantizar que INALE tenga los recursos para cumplir su misión sin riesgo de colapso.
Fuente: Blasina & Asociados