La Asociación Nacional de Productores de Leche (Analac) emitió un comunicado en el que denunció que la industria procesadora del alimento le lanzó al campo “un feroz ataque para debilitar más la estructura productiva del sector” y pidió al Gobierno intervenir “para controlar los desafueros de la industria y evitar un grave daño al sector rural colombiano y a la economía del país”.
En la misiva el gremio detalla que la industria procesadora, representada por Asoleche, ha ejercido “presiones indebidas que rayan en la ilegalidad sobre el eslabón más débil de la cadena, planteando una crisis artificial”, haciendo referencia a una eventual situación de sobreproducción y reducción del consumo que, según el gremio, es falsa y se evidencia en las más recientes cifras del Ministerio de Agricultura.
Incluso asegura que Alpina anunció la reducción del precio por litro pagado a los productores y más tarde declaró que comprará 10 % menos leche al productor “poniendo como excusa la pandemia para conseguir la consolidación de sus intereses económicos y generando una enlechada totalmente artificial”. Sin embargo, cuenta que meses atrás otras empresas procesadoras, en el afán de quedarse con la materia prima, les ofrecieron un mejor precio y les hicieron más encargos.
Analac también recordó que la industria ha impulsado una serie de medidas “que sólo buscan su beneficio”, en relación con el congelamiento del precio de la leche (resolución 072) y la compra del alimento a menor precio en las zonas más afectadas por el conflicto armado (resolución 083). A esto sumó el ingreso por aportes parafiscales de los productores a través de las subastas de leche en la Bolsa Mercantil de Colombia, compensadas desde el Fondo de Estabilización de Precios (FEP).
Sin embargo, el Gobierno también publicó otra resolución (017) cuyo objeto es compensar el deterioro del precio del litro de leche causado por la permanente devaluación del peso. La asociación dijo que ha defendido la medida porque “es un salvavidas para evitar la voracidad de los compradores, siempre empeñados en obtener únicamente mejores utilidades a cualquier costo”.
Sobre este punto subrayó que el incremento promedio anual del precio pagado al productor subió sólo el 3,4 % desde 2008, mientras que el incremento del precio al público fue del 3,9 % anual, “generándose, año tras año, una disminución del poder adquisitivo de los productores”.
“Es evidente que la jugada de la industria no obedece a la realidad del sector y pone en riesgo la estabilidad laboral en el campo. Se trata de una jugada que pone en jaque a los productores de leche, en donde no sólo hay un daño económico, sino, también, un impredecible y profundo efecto social”, dijeron el gerente del gremio y el presidente de la Junta Directiva.
Finalmente, Analac destacó que en medio de la pandemia el campo colombiano sigue produciendo y alimentando a toda la población “pese a un mayor precio de los insumos”.