En 2023, un año desafiante para los exportadores de productos lácteos, impactados por el lento crecimiento económico de los países importadores y la mayor competencia de Nueva Zelanda y la Unión Europea, los envíos del sector lácteo sumaron US$ 266,1 millones, representando una caída de 13,02% y que supone una disminución de US$33,8 millones frente al año 2022.
Cabe señalar que, en términos de volumen, los embarques lácteos cerraron el año con una disminución de 12,79% con un total de 79.756 toneladas. En 2024, se espera que el comercio internacional enfrente obstáculos similares durante gran parte del año, no obstante, para repuntar estos resultados, los productores de leche, representados por Fedeleche, y los exportadores lácteos integrados en la Asociación de Exportadores de Productos Lácteos (Exporlac) vienen trabajando estrategias de colaboración para potenciar los envíos nacionales en el mercado internacional con productos de valor agregado.
En este contexto, Marcos Winkler, presidente de Fedeleche, destacó a La Tribuna los avances de la marca sectorial Chilemilk, cuyos principios y atributos se basan en la sustentabilidad, donde trabajan productores de distinto tamaño y sistemas productivos con profesionalismo, trazabilidad, tradición y seriedad que venden su leche a plantas procesadoras, que convierten la materia prima que terminará, al final del proceso, en la mesa de millones de familias.
– ¿En qué consiste y por qué se formó ChileMilk?
Chilemilk es una marca sectorial público-privada, que nace el año 2019, fruto de un trabajo de la Federación Nacional de Productores de Leche (Fedeleche) y ProChile. Como objetivo tiene la misión de potenciar la promoción de leche chilena en el mercado internacional, por medio de un trabajo que permite aunar esfuerzos dentro de la cadena para promover los lácteos nacionales, sus principales atributos y beneficios. Y a diferencia de las otras marcas sectoriales, Chilemilk se crea a partir de los productores primarios, confirmando la vocación exportadora del gremio.
– ¿Cuál es el trabajo que realiza Chilemilk periódicamente y cómo beneficia este a los productores lecheros?
La relevancia de esta exploración de internacionalización de los lácteos chilenos está en identificar los mercados donde mejor se equilibre la factibilidad técnica y la oportunidad comercial, donde aprecien la calidad “premium” de la leche chilena: producida con sostenibilidad e innovación, por vacas sanas, en condiciones ideales de bienestar animal y que son fruto de una larga tradición y exigencia de productores lácteos.
En este aspecto, consignar la concreción de misiones comerciales en 2023 asistiendo a una importante feria de México y una gira a Colombia, además de la realización de un estudio de línea base para explorar el mercado chino, el principal comprador de lácteos a nivel mundial. La idea es seguir construyendo y desarrollando la marca y a la vez aumentar las oportunidades de exportación.
– ¿Cuántos productores surten a la marca?
– Para potenciar el origen de la leche chilena en mercados extranjeros el camino trazado es establecido es entre los actores que se interesan en participar. Por ahora, se han desarrollado encuentros donde se invita a participar a representantes de la industria exportadora, gremios y emprendedores lácteos. En este sentido, la colaboración de la Asociación de Exportadores de Productos Lácteos de Chile (Exporlac) para impulsar la marca sectorial es importante, como también la posibilidad de explorar nuevos mercados para aumentar los embarques del sector.
– ¿Cómo aporta la marca a la producción de leche chilena en un contexto en que los productores enfrentan importantes problemas de rentabilidad?
Chilemilk se postula como una marca paragua para potenciar el posicionamiento internacional del sector lácteo en nuevos mercados o que ya existen, a través del fortalecimiento de la imagen país. De concretarse nuevos negocios, los productores lácteos, quienes son capaces de satisfacer la demanda interna como del mercado de exportación podrían aumentar sus volúmenes de producción, la venta de leche y, en definitiva, la rentabilidad de la actividad. No olvidemos además que dispone con una capacidad instalada suficiente para procesar la leche al contar con una veintena de plantas lecheras y casi un centenar de queseras de tamaño pequeño y medio que integran la industria mayor y menor del país.
– ¿Cuáles consideran que son los aspectos a mejorar en relación al trabajo realizado por ChileMilk y cómo se vería reflejado en la producción nacional de subsanarse esta falencia? (Si la hubiera)
Como sector lechero tenemos una larga tradición de producción de lácteos, que puede competir en calidad con las mejores industrias del mundo. Por eso estamos confiados en que esta apuesta por internacionalizar el sector lácteo, a través de la marca sectorial Chilemilk, colaborará a un mejor desarrollo futuro y más bienestar para las regiones productoras de leche en Chile.
