Las granjas lecheras infectadas han sido puestas en cuarentena y se les ha pedido que implementen medidas de bioseguridad para prevenir una mayor propagación del virus, anunció el miércoles el Departamento de Agricultura y Alimentos de Utah.
A diferencia de lo que ocurre en las aves de corral, la enfermedad no es mortal para el ganado lechero y los animales se recuperan en unas pocas semanas, dijo el departamento.
“La implementación de vigilancia obligatoria y restricciones al movimiento de animales son pasos importantes para prevenir una mayor propagación de esta enfermedad”, dijo el veterinario estatal Daniel Christensen en un comunicado de prensa. “En este momento no anticipamos ningún impacto importante en el suministro de alimentos y los impactos generales en las granjas lecheras individuales son relativamente mínimos”.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, las recientes detecciones de la enfermedad aún no representan un problema inmediato de salud pública.
Las personas que tienen contacto regular con vacas lecheras deben comunicarse con su departamento de salud local si presentan síntomas como fiebre, tos, dolor de garganta, dificultad para respirar, irritación ocular, dolores de cabeza, secreción nasal, dolores corporales, diarrea o vómitos, según el comunicado.
Los signos de la gripe aviar en las vacas lecheras incluyen una menor producción de leche, leche más espesa, falta de apetito, deshidratación y fiebre.
Esta información proviene de The Salt Lake Tribune, bajo un acuerdo de información editorial entre el periódico y Telemundo Utah.
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