La práctica de no fijar precios razonables para la compra de leche provoca que los niveles de utilidad no sean similares entre los distintos estratos ganaderos, esto incide para que el diferencial -de los medianos y pequeños productores- entre los costos totales y los ingresos totales sea pequeño o inexistente, dando lugar a una descapitalización de los ganaderos lecheros y paulatinamente a su desaparición
Falta de planeación en las compras de ganado, para no saturar aún más el hato ganadero e incrementar la demanda de alimento y agua en una región donde se va perdiendo la autosuficiencia en forrajes y el agotamiento de mantos acuíferos.
No hay coordinación entre los negocios para apoyarse y abatir costos de producción, se ha detectado que las áreas de cultivo de forrajes entre distintos productores ganaderos están distantes a los establos y el transporte de alimento se cruza en el camino en lugar de llegar a un acuerdo y abastecer al punto más cercano.
Poca inversión en tecnología, hoy en día hay maquinas ordeñadoras que no lastiman al ganado, igualmente hay sensores que detectan cuando la vaca anda en celo; la incorporación de estos avances técnicos pueden evitar las malas prácticas de ordeñadores que les provocan a la vaca mastitis (pérdida de chiches) La incorporación de sensores para detectar el celo y la de buenos ensiminadores dan una garantía de 90 por ciento que sea hembra y un 10 por ciento que sea macho, de lo contrario las probabilidad es de 50 por ciento para cada caso, y aquí lo importante es que las vacas se vayan reproduciendo.
Se ha constatado el uso excesivo de medicamento que provoca el enloquecimiento de la vaca y abortos, convirtiendo las vacas en animales de desecho por ello hace falta buenos médicos especialistas y nutriólogos para asegurar buenas dietas y un crecimiento sano del ganado lechero.
Hay prácticas incorrectas en la parte agrícola, concretamente en el corte con alta humedad en el forraje, de ahí la necesidad de que haya la asesoría adecuada para respetar los tiempos de corte y en la medida de los posible incorporar la maquinaria ensiladora que permite triturar el forraje y convertirlo en hojuelas, fácil de comer y digerir en el ganado.
Además de la problemática descrita, está cancelación de los estímulos fiscales que incluían el crédito al diésel, apoyo para remplazo de maquinaria y para contra retenciones.
Urge revertir la problemática para dale una reorientación al modelo agrícola-ganadero y la cuenca lechera se consolide y siga siendo el sostén para el desarrollo económico de la región.Estuvieron en tierras laguneras, altos directivos de la firma Spring Air México, visitando su centro de distribución localizado en la ciudad de Torreón, nuestros analistas tuvieron la oportunidad de investigar que la firma es una de las marcas con mayor facturación en el país.
Este colchón para México se empezó a fabricar en 1984 en la planta ubicada en el Estado de México y el éxito de la marca le abrió un mercado al que no hubiera llegado la empresa fundada dos años antes (1982) sin un producto diferenciado, fue el disruptor de industria del colchón, la competencia tardó años en sacarlo.
Otro momento importante fue en 1994 y 1995, cuando dos marcas del Grupo Alfa -Selter y Simmons- tenían una presencia importante de mercado, el primero utilizaba la Aplanadora y el segundo la Paloma en su publicidad y Spring Air a partir de 2001 utiliza al Oso y tuvo mucho éxito y hasta la fecha sigue siendo la insignia de la marca, otro acierto fue haber elaborado un jingle para ser utilizado al final de cada uno de los anuncios (Es-pring-er), con ello la empresa rompió dos paradigmas se conocían el colchón por los osos y el segundo que la gente ya decía la marca y los consumidores se acordaban.
Spring Air México tiene una sola planta con dos líneas de producción para colchones, está ubicada en el Estado de México, y tiene una superficie de 43,000 metros cuadrados, produce entre 8,000 y 8,500 colchones a diario, además cuenta con tres centros de distribución: Monterrey, Torreón y Guadalajara; con dos oficinas una en Culiacán y otra en Mérida. Con el COVID 19 se ha reactivado el mercado del colchón y con la introducción de los estudios del sueño han surgido importantes cambios en el producto, este al pendiente de nuestra próxima investigación.