En los últimos años se asiste en España a una tendencia descendente en el consumo de leche y productos lácteos. Se observa además una marcada estacionalidad en el consumo de lácteos con un descenso más marcado en los meses de verano.
En el año 2017, y según los cálculos realizados por la S.G. de Productos Ganaderos a partir de los datos facilitados por la S.G. de Estructura de la Cadena Alimentaria, el consumo en los hogares ascendió a 3.187.960 t de leche de consumo, 724.240 t de leche fermentada y 349.479 t de queso, que suponen un descenso del consumo del 0,3%, del 0,9% y del 0,7%, respectivamente, al compararlo con el año 2016.
En 2018, los últimos datos disponibles corresponden al mes de noviembre, donde el consumo en los hogares asciende a 268.423 t de leche de consumo, 60.451 t de leche fermentada y 30.333 t de queso. Estas cifras muestran que el consumo es inferior en un 2,6% en el caso de la leche de consumo, aunque superior en un 1,3% para las leches fermentadas y del 0,1% en quesos en relación con los del mismo mes del año anterior. Teniendo en cuenta el año acumulado (enero-noviembre 2018), el consumo de leche de consumo aumenta un 0,5%, el de leche fermentada se incrementa un 1,4% y el de quesos crece un 1,3%.
La tendencia del consumo de los principales productos expresados en toneladas (leche líquida, leche fermentada y queso) se observa en la siguiente gráfica: