Una apuesta en la que Colombia le debe poner sus mejores cartas es asegurar su soberanía láctea y de paso convertirse en un gran exportador de leche en la región. Y solo con voluntad política y un cambio en la legislación se lograría este objetivo.
La afirmación es del líder de los productos lácteos Alquería, Carlos Enrique Cavelier, reconocido empresario del país que cambió el nombre de su cargo, ya que dejó de ser presidente y ahora es ‘Coordinador de Sueños’, y quien en diálogo con EL COLOMBIANO, afirmó además que trabajarán de la mano con el Gobierno nacional para llevar a cabo la política de seguridad alimentaria.
Así mismo, explicó los planes de la compañía en Antioquia y el país a corto, mediano y largo plazo, aunque se negó a mencionar el tamaño de las inversiones.
¿Cómo proyectan el cierre de la operación en el 2022?
“El cierre será complejo, pero con resultados sólidos y en línea con las expectativas. Incluso en algunos negocios por encima de lo trazado. A la fecha estamos contentos con los números que registramos. En el caso de Antioquia, la aceptación de nuestros productos sigue creciendo. Y más que hablar de resultados financieros, el crecimiento en volumen ha sido positivo en cada una de las categorías, en unas de un dígito y en otras a doble dígito”.
¿Cuál es el balance de la tarea en Antioquia?
“El crecimiento de la operación ha sido muy sólido. El consumo de lácteos per cápita en el departamento es muy alta, lo que representa una gran oportunidad. Los resultados están por encima de la media nacional del negocio. La calidez con la que Antioquia ha recibido la marca ha resultado muy particular, ya que han sido muy receptivos a nuestros productos”.
¿En números, cómo ha sido esa operación?
“Los productos de nuestras diferentes categorías se distribuyen en 16.000 puntos de venta en la ciudad de Medellín, y 4.000 en el departamento. Podemos decir que ocho de cada 10 hogares en Antioquia compran productos Alquería. Nuestra penetración de mercado, según Kantar, es del 84,8%. Trabajamos en la región con 293 proveedores directos y con 29 contratistas”.
¿Cuál es la proyección de la operación en Antioquia y el país para 2023?
“En ambos escenarios seguiremos con inversiones que no podemos revelar y que será en todos los niveles de la operación. Tanto desde el escenario de la producción como en temas ambientales y sociales. Pero el principal enfoque será en el tema ganadero. Tenemos un equipo de trabajo, el cual está sincronizado con el Gobierno para transferir conocimiento tecnológico lácteo a los campesinos.
¿Cómo impulsarán esta transferencia de conocimiento?
“A través del crédito. Se establecerán los parámetros para esas líneas blandas de financiamiento a siete u ocho años, con cuatro años de gracia, y con garantías del Fondo para Agroempresas de Colombia (Facs). La intención es elevar el número de créditos a 3.000 para beneficiar a campesinos para el desarrollo agroindustrial. Por nuestra parte hemos creado un fondo para que los recursos de crédito lleguen a las fincas para impulsar la productividad del ganadero o campesino con mejoras en equipo y conocimiento tecnológico”.
¿Y proyectos a mediano y largo plazo?
“Tenemos trazadas unas metas grandes. No solo para el 2023, sino más allá del 2025 y 2030. El gran objetivo que tenemos es impulsar procesos para lograr que el país sea autosuficiente en producción láctea, y también un gran exportador de leche.
Es buscar que entre 20.000 y 30.000 productores incrementen su operación en un 200% o 300%, es decir que cada uno pase la producción de 40 a 200 litros al día. Y esto se conseguiría gracias a los créditos que otorguemos más las ayudas del Estado.
Hay que garantizar la compra del producto a los campesinos y ganaderos. Nuestra filosofía es ser un actor relevante en los proyectos de nutrición de la población en el país. El consumo de lácteos en Colombia está por debajo de los niveles que recomienda la Organización Mundial de la Salud.
Y lo preocupante es que en el país no hay la suficiente producción para alcanzar ese mínimo. Hay que lograr la soberanía alimentaria. Y esto se logra es con voluntad política. Hay que hacer cambios en la legislación. Además, los campesinos y ganaderos deberían ser socios de las mismas plantas de producción”.
¿Cómo se sincronizan en la política de seguridad alimentaria del Gobierno nacional?
“Estamos jugados totalmente con esa política. Además de habernos reunido con el presidente Gustavo Petro, en campaña, en las últimas semanas hemos sostenidos encuentros con el Ministerio de Agricultura. Es un tema del cual hemos venido hablando hace 10 años.
Esta administración nos ha dado a entender que quieren desarrollar esta política con nosotros. Y esto se logra con la garantía de compra, cambios en la legislación, y principalmente acceso a líneas de crédito ya que es lo que hace mover la productividad en las fincas”.
¿Adelantan programas similares en el país?
“Adelantamos un programa con cerca de 100 pequeños ganaderos en el departamento del Cesar, a quienes les compramos directamente la producción. Además, ellos tienen acceso a asistencia técnica y ambiental para hacer más rentable y efectiva su operación. Y más los resultados, el proceso es llevarlos a que se conviertan en empresarios”.
¿Luego de adquirir a quesos Del Vecchio, cuál será la tarea para impulsar este producto?
“Masificar en toda Colombia el consumo de este queso. Esta marca, que llegó a Colombia en 1923, cumplirá el próximo año un siglo de presencia en el país, y se aprovechará este centenario no solo para aumentar su producción, sino también aprovechar toda nuestra cadena de distribución a nivel nacional para llevarlo a todo el país”