La Asociación de Trabajadores de la Industria Láctea (ATILRA) rechazó los intentos de introducir cambios en el Convenio Colectivo de Trabajo (CCT 2/88) que viene siendo impulsada por APYMEL, entidad que nuclea a las pequeñas y medianas empresas del sector.
La cámara empresarial ha presentado notas en el Ministerio de Trabajo buscando abrir una negociación que desde el gremio adelantan que asistirán, pero que no convalidarán ninguna modificación. “El convenio no se toca, vamos a dar todas las luchas que tengamos que dar para mantenerlos”, indicó en diálogo con Radio Gráfica Heber Ríos, secretario gremial de ATILRA a nivel nacional y referente de la Seccional General Rodríguez.
“El sector pyme de la industria láctea siempre ha intentado diferenciarse de las empresas más grandes tratando de imponer condiciones de trabajo y salariales distintos a los que tienen los trabajadores y trabajadoras de la industria en general. La excusa siempre es que son empresas chicas, familiares en muchos casos, que no tienen la espalda suficiente como las grandes”, detalló Ríos.
“Nosotros conocemos el sector y sabemos que son sumamente rentables más allá de que entendemos que no tienen la espalda de las grandes empresas. Para nosotros los trabajadores deben tener condiciones laborales y salarios similares en todas las empresas y en todo el país. Esas empresas hoy pueden pagar esos salarios, pero lamentablemente tiene una actitud egoísta y poco solidaria un destrato total con el sector de los trabajadores”, agregó.
Actualmente, el gremio lechero cuenta con 27.000 afiliados a nivel nacional, de los cuales el 60% desarrollan tareas en empresas del sector pyme.
“Nosotros estamos dispuestos a hablar siempre, pero no vamos a ceder. Desde el Ministerio de Trabajo ya saben cuál es nuestra posición. Actualmente estamos en una etapa de concientización y alerta con los trabajadores y tenemos claro de qué de querer avanzar seguramente vamos a terminar en una medida de acción directa”, advirtió Ríos. A lo largo de la semana el gremio ya ha avanzado con asambleas para debatir junto a los trabajadores de base.
“Hay empresas chicas de nuestro sector que tienen inclusive más rentabilidad que las empresas grandes. El costo de la mano de obra en el producto final ronda el 3 o 4%, lo que es insignificante. Muchos de los que nos quieren cambiar estas condiciones sabemos que compran materia prima y venden en negro. En las reuniones nosotros nos vamos a sentar vamos a plantear nuestros fundamentos y fijar posición de que nuestro convenio no se toca y qué vamos a dar todas las luchas que tengamos que dar para mantenerlo”, concluyó Ríos.