En la gastronomía, pocas tradiciones resisten el paso del tiempo como las heladerías artesanales. En cada ciudad del país existe al menos una casa histórica que mantiene vivo el legado de los inmigrantes italianos y el oficio de elaborar helados con identidad propia.
En 2025, la Asociación de Fabricantes Artesanales de Helados y Afines (AFADHYA) distinguió a 11 heladerías notables de la Argentina, conformando un mapa que combina nostalgia, familia y sabores emblemáticos.
🍧 1910 – Melano Helados (Las Varillas, Córdoba)
Cinco generaciones sostienen esta heladería fundada por Pietro Melano, heladero y pastelero piamontés. Con su local original intacto y siete franquicias, combina tradición y creatividad con sabores como El lunes empiezo y Don Pepe.
🍧 1950 – Santolín (Paternal, Ciudad de Buenos Aires)
Un secreto barrial con más de siete décadas de historia. José Lucero, su maestro heladero, reformuló recetas reduciendo azúcar y materia grasa. Imperdibles: el Súper Sambayón con almendras, el chocolate amargo 70% y el dulce de leche granizado.
🍧 1955 – El Piave (Quilmes, Provincia de Buenos Aires)
Ícono del sur bonaerense, con varias sucursales y la tercera generación familiar al mando. Sabores destacados: higo con nuez y la crema Aleluya, en honor al Papa Francisco. Para el verano, el sorbete Fruta d’Oro.
🍧 1955 – Bomquebom (Pilar, Provincia de Buenos Aires)
Nacida en la Plaza 12 de Octubre, mantiene su espíritu clásico y una carta amplia: postres helados como el Almendrado, el Africano y sabores únicos como sambayón al café o crema portuguesa.
🍧 1960 – Los Andes (Laprida, Provincia de Buenos Aires)
Fundada por Petisa y Tilo, sigue en manos de la familia. Con mudanzas e innovaciones, mantiene recetas tradicionales y suma opciones originales como el chocolate Rouge y sus populares alfajores helados.
🍧 1965 – Vía Flaminia (Acassuso, Provincia de Buenos Aires)
Famosa por su cucurucho gigante bañado en chocolate, conserva su estética original y recetas familiares. Un clásico del norte bonaerense desde hace 60 años.
🍧 1965 – Tino (Caballito, Ciudad de Buenos Aires)
Un ícono del barrio desde su apertura en 1965. Con ubicación privilegiada junto al Parque Centenario, combina sabores tradicionales como el sambayón con opciones modernas como pochoclo o chocolate Dubái.
🍧 1965 – El Ciervo (Liniers, Ciudad de Buenos Aires)
Con 60 años de historia, es una referencia del oeste porteño. Su secreto está en la calidad de los ingredientes: la vainilla se elabora con auténtica chaucha de Madagascar.
🍧 1965 – Chinin (San Martín, Provincia de Buenos Aires)
Fundada por un heladero veneciano, es un emblema del partido de San Martín. Con tres sucursales, ofrece más de 60 sabores, incluidos cuatro pistachos y combinaciones golosas como dulce de leche con bombones o lemon pie.
🍧 1965 – Arnaldo (Munro, Provincia de Buenos Aires)
Una excepción dentro de un universo dominado por italianos: fue creada por el asturiano Agustín Arnaldo. Con tres locales en Zona Norte, mantiene clásicos como los quinotos al whisky y sabores más actuales como mousse de limón con frutillas.
🍧 1965 – Tito (Río Gallegos, Santa Cruz)
La primera heladería de la ciudad, fundada en 1965, sigue siendo un símbolo patagónico. Con sabores regionales como el Calafate y opciones innovadoras —como helado de roquefort con calafate y frutos secos— continúa sorprendiendo a locales y turistas.
Fuente: La Nación
