A continuación, una entrevista que el tambero concedió a La Lechera para conocer un poco más sobre su visión del sector.
¿Cómo definiría hoy el estado de situación del sector lechero? Atravesamos un quinquenio bastante complicado, pero ahora hay otro escenario de precios de la leche que recibe el productor.
La situación es incierta, digamos. El precio de la leche subió, pero como siempre la recuperación es lenta si lo comparamos con los insumos. De todas formas, con la leche arriba de 40 centavos es otra cosa, los costos se diluyen mejor. Esperemos que siga el negocio y que el precio de la leche continúe mejorando, porque los costos no se quedan atrás. Como tú lo decías, tuvimos cinco años muy complicados en los cuales los productores que se mantuvieron o que aumentaron la producción se comieron capital o tomaron más deuda.
¿Qué perspectiva tiene en materia de precios para lo que queda de este año? El mercado internacional ha venido jugando en contra en las últimas licitaciones de la plataforma de Fonterra.
Esperamos que siga arriba de los 40 centavos y quizá pueda arrimarse un poco más sobre los 45 centavos. Por lo menos, por ahora ese sería un poco el piso. Aunque con todo lo que sucedió a nivel mundial, hay mucha incertidumbre. Llevamos cuatro bajas consecutivas de Fonterra, con una muy grande en mayo, de -8,5%. Esperemos que se empiece a recuperar, como prevé la industria.
¿Cómo ve el futuro para que el sector pueda crecer? La fase primaria tuvo un traspié importante con la salida de la multinacional Olam, el mayor productor individual del país. ¿Pueden emerger nuevos tamberos con estos precios o la competencia con la agricultura hoy lo hace difícil?
No tengo dudas que, si la leche se mantiene en este precio digamos un par de años, la lechería crece. Pero no crece con productores nuevos. Me parece que eso va a pasar con los mismos productores, que van a sumar nuevas unidades productivas o van a ampliar sus tambos. Tampoco nos olvidemos que la agricultura está pasando por un muy buen momento, pero los costos subieron mucho y ahí sí que son directos, como ocurre con los fertilizantes. A nosotros eso nos pega en un 20%. Si la leche se mantiene arriba de los 40 centavos, la producción va a aumentar por los mismos productores que hoy están. No me parece que el crecimiento se dé porque vengan nuevos actores al negocio. De hecho, hoy hay industrias que están con dificultades porque es muy difícil conseguir leche.
¿Qué falta desde la política pública para que la lechería pueda dar ese salto para tener una mayor productividad?
Creo que hay dos. La primera son los créditos a largo plazo para productores que quieran crecer o quedarse en el rubro; como tiene Nueva Zelanda a 20 o 30 años. Eso es fundamental. Por lo menos ahora el Banco República tiene crédito para comprar campos a 15 años, que es una buena herramienta, pero no es lo único, porque para crecer hay que implementar otras inversiones que deben ser amortizadas a plazos largos, como 30 años. El otro tema en el que se está trabajando y creo que se va a mejorar mucho es el riego, ahí sí tiene que darse una ayuda. Tiene que haber exoneraciones más allá de la Comap (Ley de Inversiones), con incentivos como la tarifa de la energía, porque va a ser un cambio importante a nivel de todo el país. Si nosotros pudiéramos hacer un maíz como se está haciendo acá en el campo requería de La Cruz —que ha llegado a los 13.000, 14.000 kilos de rendimiento por hectárea— sería más que un cambio para la lechería y para todo el país.
¿Hace cuánto está vinculado a la Sociedad de Productores de Leche de Florida?
Nada más ni nada menos que 40 años. He sido presidente de la SPLF en dos oportunidades y ahora estoy como secretario. Es una satisfacción y un orgullo estar en una gremial que ha crecido tanto y cuenta hoy con más de 70 funcionarios. Realmente impresiona el crecimiento que día a día se está logrando.
