La comparación entre huevos duros y queso cottage como tentempiés saludables gana cada vez más interés entre quienes buscan aumentar el consumo de proteínas de forma práctica y equilibrada. Según explicaron dietistas al medio especializado EatingWell, ambos alimentos son opciones nutricionalmente valiosas y no es necesario elegir solo uno: pueden alternarse dentro de una dieta variada y balanceada.
Huevos duros: proteína completa y gran poder de saciedad
Los huevos duros se destacan por aportar proteínas de alta calidad biológica. Un huevo grande contiene alrededor de 6 gramos de proteína, que el organismo utiliza de manera eficiente para la reparación y el desarrollo muscular.
Entre sus principales beneficios nutricionales se destacan:
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Alto poder de saciedad
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Aporte de vitaminas A, D, E y del complejo B
Contenido de minerales esenciales como hierro y zinc
Por su combinación de proteína y grasa, el huevo duro es una excelente opción para el control del peso, especialmente si se acompaña con verduras ricas en fibra.
Queso cottage: más proteína por porción y digestión lenta
El queso cottage también se posiciona como una fuente destacada de proteínas: media taza aporta cerca de 12 gramos de proteína, el doble que un huevo.
Su proteína principal es la caseína, cuya digestión es más lenta, lo que:
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Prolonga la sensación de saciedad
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Ayuda al mantenimiento de masa muscular
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Resulta útil en planes de alimentación para deportistas
Algunas variedades de queso cottage además contienen probióticos, bacterias beneficiosas para la salud intestinal, como Lactobacillus acidophilus y Bifidobacterium lactis, siempre que figure en la lista de ingredientes.
¿Cuál sacia más: el huevo o el queso cottage?
Estudios previos citados por especialistas indican que ambos alimentos presentan un poder saciante similar, por lo que no existe una superioridad absoluta entre uno y otro en términos de control del apetito.
Las dietistas recomiendan combinarlos con otros grupos de alimentos:
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Huevo duro + pan integral o frutas (carbohidratos saludables)
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Queso cottage + frutas frescas, frutos secos o semillas (fibra y grasas saludables)
De este modo se logra un tentempié más completo desde el punto de vista nutricional.
Opciones prácticas para consumir fuera de casa
Tanto los huevos duros como el queso cottage se comercializan en formatos individuales, lo que los convierte en alternativas prácticas para:
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Oficinas
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Escuelas
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Actividades deportivas
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Viajes
Esta facilidad de acceso favorece su incorporación regular en la alimentación diaria.
Consideraciones individuales
A pesar de sus beneficios, existen algunas precauciones:
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Sensibilidad a la lactosa: algunas personas pueden experimentar hinchazón o gases con el queso cottage.
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Contenido de sodio: una media taza puede aportar hasta 360 mg de sodio, aunque existen versiones sin sal añadida con solo 15 mg por porción, más adecuadas para personas con hipertensión.
En cambio, los huevos no presentan lactosa, pero deben consumirse dentro de un patrón de alimentación equilibrado, especialmente en personas con restricciones específicas de colesterol.
Ambos son aliados de una dieta saludable
Los especialistas coinciden en que no es necesario elegir entre huevos duros y queso cottage, ya que:
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Ambos son ricos en proteínas
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Aportan micronutrientes esenciales
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Contribuyen a la saciedad y al control del peso
La mejor estrategia es alternarlos según gustos, necesidades y objetivos nutricionales, integrándolos dentro de una dieta variada y equilibrada.
Fuente: Infobae






