En una carta, Biolcati había dicho: “…en el campo circula la idea de que el Gobierno cree que tiene el apoyo político del sector, que el productor lo va a votar de cualquier manera, permítame que le diga esto no es del todo así, no crean que tienen la vaca atada, podría escaparse”.

Y en ese marco, el dirigente dijo en diálogo con Eduardo Feinmann que “lo trato con todo respeto. Yo estoy alejado de la actividad gremial agropecuaria, pero estoy en el ambiente, soy productor, trabajo en el campo y conozco mucha gente, lo palpo con más objetividad que cuando estaba en la dirigencia y el fárrago de la política. Hay una desazón de la gente del campo que dio muchísimo y confió en la persona del presidente Mauricio Macri, pero hay una decepción sumado a esta percepción que parece tener el gobierno de que el campo lo apoya de cualquier manera”.

“El campo tiene cargas impositivas terribles como por ejemplo las retenciones. Cuesta muchísimo levantar cabeza”, lamentó el productor.

Sobre la apertura de mercados, dijo: “no hay que olvidarse que para abrir mercados vamos a tener que invertir para la producción”.

“Yo creo que voy a votar a Macri igual, volvería a apostar por él. Lo votaría si no surgiera una alternativa. Desde ya que el kirchnerismo le causa repugnancia al campo. Pero si hay una alternativa alejada (a ambos) es posible”, dijo.

“Entre Macri y Cristina no lo dudo”, sostuvo para ratificar su voto al presidente.

Luego dijo que ningún otro dirigente se instaló: “hasta ahora no surgió ninguna figura y dudamos que con el tiempo que queda surja. Roberto Lavagna es interesante pero no tiene posibilidad de llegar más allá de un círculo rojo, pero la gente, el votante ni lo conoce”.

Sobre el gobierno dijo: “hay soberbia. Nosotros estuvimos convencidos de que íbamos a tener el mejor equipo de gobierno, y la sensación que tenemos que no es tan así. Hay situaciones heredadas pero muchísimos errores”.

“Cuando uno esperaba gente que conociera el tema aparecen como empecinados, con una personalidad soberbia”, dijo.

“Cuántas mesas se hicieron y no se resuelve nada. En lechería le mercado interno no da para más y si aumentamos la producción desborda el mercado interno por la situación económica. La solución para lechería es exportar pero le meten retenciones. Hay cosas muy incongruentes”, se quejó.

“Con la carne se habría que exportar novillos de más de 500 kilos que no se producen en Argentina por la necesidad de inversión. El promedio de un novillo en Argentina es de 300 y monedas de kilos, pero la misma cabeza podría llegar a 500 o 550 kilos y ser de exportación, entonces por qué no se desgravan esos 150 kilos. Pero ellos no quieren hacerlo, entonces no se exporta. ¿Para qué abrimos los mercados?”, dijo.

Luego, crítico, dijo: “lo que pasa que la soberbia de la clase política es pensar que vamos a tener cientos de miles de millones de dólares de cosecha…el campo ya está, el campo produce y trabaja pero eso no quiere decir apoyo. Vamos a tener buena cosecha por nosotros, pero eso no se traduce en votos. No se puede decir que cada tonelada de trigo que se produce son votos”.