Ataliva es una localidad del departamento Castellanos en la provincia de Santa Fe, Argentina. Fue fundada a finales del siglo XIX, como una colonia netamente agrícola, de población inmigrante, básicamente italiana.
Su fundador, Ataliva Roca , hijo del Coronel Segundo Roca y hermano de Julio Argentino Roca era hombre de negocios, político, progresista y servidor de la República. En cada metro cuadrado de Ataliva se respira lechería, y como no podía ser de otra manera, su colegio secundario la enseña.
Hasta 1970, al terminar la primaria los chicos debían concurrir a los pueblos cercanos para continuar con sus estudios, entonces un grupo de padres creó el Instituto De Enseñanza Secundaria Agrotécnica IDESA, para darle a los chicos de la localidad, la instrucción acorde a la realidad de su lugar de orígen, una importante zona de producción lechera.
En el 4to año los chicos ingresan de lleno al terreno lechero, en el tambo que el colegio tiene montado especialmente para este momento del aprendizaje. Con 106 vacas en ordeñe, de un rendimiento promedio de unos 20 litros, suman casi 2460 litros diarios en total, ordeñadas dos veces al día, a las 3 de la mañana y a las 3 de la tarde.
En un principio y hasta fines de la década del 90 tuvieron una ordeñadora Boumatic, collares de monitoreo y puertas apartadoras inteligentes que fueron quedando en desuso por no poder tener acceso a los repuestos que son de importación, por lo que finalmente volvieron a un sistema menos tecnificado. Hoy en época de Robots, el deseo está puesto en un paso más allá, y sobre eso les pregunté a Romina Urso, Directora de IDESA y a Gerardo Ingaramo, Profesor de Sistemas Agrícolas y Asesoramiento Agronómico del tambo.
- ¿Con qué financiación cuentan para proyectos tales como la mejora o actualización de las instalaciones del tambo?
Romina: ¡Cero!
Gerardo: Y… Hay que buscar esa financiación.
*se ríen*
- ¿Y cómo se hace? ¿Lo buscan en Nación? ¿Lo financia alguna cooperativa? ¿Empresas privadas? ¿Cómo funciona?
Romina: A través del INET. Se pueden hacer presentaciones de proyectos. Son subsidios que no se devuelven. O se pueden tomar créditos bancarios.
IDESA es un instituto público de gestión privada. El sueldo de los docentes se paga a través del Ministerio de Educación, pero los gastos particulares como las mejoras edilicias, se gestionan de forma privada. La escuela tiene cuenta en el banco y todo lo necesario, pero hoy las condiciones para tomar créditos no son las no son las más recomendables. No es momento para endeudarse y menos para una institución que debe sostenerse en el tiempo.
- ¿Han considerado la posibilidad de que alguna empresa fabricante de robots los sponsoree? Al fin y al cabo, los chicos que pasan por acá podrían ser futuros empresarios lecheros. Es una vidriera.
Gerardo: Todo es posible. Hay que tener la mira en eso, sino nunca va a suceder. No sabés nunca cuándo te va a aparecer la oportunidad.
Romina: Hace algunos años surgió el tambo robot en el Inta Rafaela con DeLaval. Este último año aparecieron los robots de Lely en la zona. Son sistemas distintos, acá en Galisteo hay robots y siguen con el sistema de pastoreo, y en San Jerónimo también pusieron robots, pero con tinglados.
- ¿Ustedes tienen algo de eso?
Romina: Todo nuestro sistema es de pastoreo y autoconsumo.
- Hay un tema que, por alguna razón, es polémico. Hablo de producir sólidos, frente a producir litros ¿Qué piensan ustedes de los cruzamientos?
Gerardo: Que no vale la pena. Hoy, si querés podés tener un rodeo Holando y un rodeo Jersey. Sin cruzarlos, la leche se mezcla en el tanque y se acabó. Porque además después tenés el tema de los machos, y de la carne.
- Una parte de la leche que se saca del tambo va al colegio donde se procesa como parte de la enseñanza ¿Qué destino tiene la parte restante?
Gerardo: El colegio es socio de Cooperativa Haedo Rivero, así que la comercialización es a través de ellos.
- Los productores de la zona ¿Están dejando los tambos o cambiando de rubro?
Gerardo: Acá la zona era de leche y carne, ahora ya el 60% es agrícola, fundamentalmente de soja, trigo y girasoles.
- Se va reduciendo el rodeo lechero.
Romina: Se están concentrando más.
Gerardo: En litros capaz que no, pero en cantidad de tambos sí se reduce. De por sí esta es una actividad que requiere una constancia de todos los días, no importa si hace frío, calor o está nublado. Si a eso le sumas que los precios agrícolas son buenos. Si sos tambero realmente te tiene que gustar.
Hablábamos de poner robots y de la financiación. Para darte un ejemplo, yo puedo salir hoy a sembrar maíz y puedo hacerlo sin dinero, me van a financiar las semillas, los agroquímicos, y eso es a 6 meses. La financiación está. Si quiero hacer 50 hectáreas de maíz, lo consigo y lo hago. En cambio, si decis que vas a poner dos robots, ¿Quién te financia?
Romina: En la lechería los ciclos son muy largos. Hasta que tenés las vacas, se preñen, te den el ternero ¡Y que salgan hembras!
Gerardo: Te lleva más de un año poder concretar todo.
Romina: Además tenés los trámites burocráticos.
Gerardo: Y necesitamos internet para tener conectividad y así poder trabajar con los robots.
- ¿Cómo se vive desde los pueblos y desde una organización educativa con orientación al agro, esa idea que es tendencia, de que el productor agropecuario envenena los alimentos, maltrata a los animales y devasta la tierra?
Gerardo: Molesta. En la ciudad es todo fácil. Hablan desde el asfalto y el aire acondicionado. Que vayan al campo, que se queden a vivir ahí, que aprendan el trabajo y después que opinen.
A dónde quiera que vaya, el factor común en la actividad lechera, es la relación de amor y entrega entre el tambero y su tarea. Lo ví en el brillo de los ojos de los estudiantes que ya lo sienten como vocación, que es el mismo brillo que ví en cada productor tambero que conocí hasta hoy, ese que hizo que yo misma me enamorara de la lechería.
Valeria Guzmán Hamann
EDAIRYNEWS
