Según explica Luis Javier R. Barrón, investigador principal del grupo, desde hace 25 años trabajan codo con codo con pequeñas queserías artesanales de elaboración de Idiazabal, “en las que el papel del quesero o la quesera es crucial, porque el control de los parámetros de elaboración del queso está regulado, pero no se lleva a cabo de forma automatizada”.
“Los quesos elaborados en estas pequeñas queserías se podría decir que son productos de autor: hemos observado que la manera en la que afrontan la coagulación, es decir, los tiempos de coagulación, la cantidad de cuajo utilizada, el tipo corte que aplican, el desuerado, etc., o sea, procesos esenciales para la elaboración de un queso, dependen mucho de los propios artesanos”, explica el catedrático de la UPV/EHU.