En 2050, la industria alimentaria deberá alimentar de forma sostenible a 10.000 millones de personas. Los 120 millones de establecimientos lecheros actuales pueden desempeñar un papel importante en esto, ya que proporcionan una fuente clave de proteínas con un impacto importante en la seguridad alimentaria mundial. Sin embargo, 427 mil tambos cierran cada año y la cantidad de leche se está reduciendo, y la producción rara vez es rentable. Esto plantea la pregunta: ¿cómo puede la próxima generación desarrollar tambos económicamente exitosos mientras satisface las demandas de la nueva generación de consumidores y de la industria?
Una mirada más cercana
De los datos presentados y durante las discusiones, surgen diferentes resultados dependiendo de la región del mundo. En los mercados emergentes, la creciente demanda y la integración tecnológica adecuada podrían ofrecer grandes oportunidades si se puede abordar la falta de capital, infraestructura y conocimiento.
Las regiones desarrolladas, por otro lado, generalmente tienen acceso al capital, pero la inversión está fragmentada y la atractividad del trabajo en lechería y, por lo tanto, la mano de obra calificada disponible está disminuyendo.
Lo que ambas regiones tienen en común para que prospere la producción lechera es la necesidad de rentabilidad, acceso a la tierra y políticas estables.
Además, existen factores externos relacionados con la aceptación de la producción lechera por parte de la sociedad. La nueva generación de productores/as se enfrenta a una nueva generación de consumidores que demandan soluciones para, entre otras cosas, reducir las emisiones de carbono, el bienestar animal y la transparencia en la cadena de valor.
¿Cómo debería ser un tambo del futuro?
Como siempre, no existe una solución única para todos: los tambos tendrán que adaptar sus operaciones al lugar donde estén ubicadas, por lo que se necesita flexibilidad para encontrar modelos individuales operativos rentables para sobrevivir en tiempos de volatilidad. Los jóvenes no continuarán o iniciarán en la producción lechera si no tienen perspectivas de rentabilidad a largo plazo. Pero sin ellos, la seguridad alimentaria rápidamente se vuelve problemática.
¿Qué significa esto para el futuro?
Para hacer frente a los desafíos los jóvenes productores deben centrarse en las mejoras a nivel de la explotación, como tecnologías que ahorran mano de obra, mejor genética y transferencia de conocimientos, y tender puentes hacia la nueva generación de consumidores.
El resultado de una encuesta entre todos los participantes de la conferencia mostró que los productores deberían tomar la iniciativa en el desarrollo de estos futuros sistemas agrícolas. Esto significa una responsabilidad aún mayor para ellos, por lo que un entorno adecuado y confiable es esencial. Neil Keane de Alltech dice: “Necesitamos replantear al tambero como productor de alimentos y administrador ambiental y una mayor apreciación de su contribución”. Todos los actores de la cadena de valor de los productos lácteos deben sentirse alentados a utilizar las herramientas de toma de decisiones disponibles para respaldar este cambio. Fuente: Inale en base a Press Release from 23rd IFCN Dairy Conference