Un ministro de Panamá lanza una dura advertencia sobre la proliferación de imitaciones de productos lácteos, una amenaza directa a la producción lechera local y la confianza de los consumidores.
El gobierno de Panamá ha puesto en el punto de mira un problema que amenaza la integridad de su industria láctea: la venta de imitaciones de productos genuinos. El Ministro de Desarrollo Agropecuario, Roberto Linares, ha emitido una contundente advertencia, señalando que estos productos, aunque no siempre ilegales, engañan al consumidor y generan una competencia desleal. La proliferación de estos sucedáneos, que a menudo sustituyen la grasa láctea por alternativas más baratas, pone en riesgo tanto la calidad de la oferta como la sostenibilidad de los productores honestos.
La principal preocupación del ministro radica en que los consumidores no siempre son conscientes de lo que compran. Linares fue enfático al afirmar que lo que se vende como leche, leche condensada o mozzarella a menudo no es el producto real, sino una imitación. Puso como ejemplo el uso de quesos con bajo contenido de lácteos en pizzerías y la importación de leche condensada y evaporada sucedánea por parte de grandes industrias. Esta falta de transparencia en la etiqueta y en el punto de venta es la raíz del problema, ya que impide una elección informada.
Este fraude comercial tiene un impacto directo y negativo en la base de la producción lechera panameña. El ministro destacó que no se permitirá que el pequeño productor de leche quede desprotegido, ya que su sustento se ve amenazado por la competencia de productos elaborados con ingredientes de menor costo. A pesar de que Panamá no es autosuficiente en su producción láctea, el gobierno asegura que no hay justificación para que las industrias dejen de comprar leche nacional para priorizar productos importados o sucedáneos.
En respuesta a la crisis, el Ministerio de Desarrollo Agropecuario se ha comprometido a tomar medidas. Linares anunció que se impulsará una campaña de información para que los consumidores aprendan a diferenciar los productos lácteos genuinos de las imitaciones. Esta iniciativa se suma a los esfuerzos en colaboración con gremios de productores y la Comisión de Asuntos Agropecuarios para garantizar un mercado transparente. El objetivo es proteger la cadena de valor completa, desde el productor hasta el consumidor final.
En resumen, la advertencia del ministro panameño es un llamado de atención sobre la urgencia de regular el mercado de productos lácteos para asegurar su integridad. Al priorizar el producto nacional y empoderar al consumidor con información, el gobierno busca construir un sector más justo y resiliente. Esta postura envía un mensaje claro a la industria: la protección de la producción lechera local y la defensa de la calidad son prioridades no negociables para el futuro de la alimentación en el país.
Fuente: En Segundos
