El ganadero debe ser consciente del valor económico de los parámetros reproductivos donde, al usar productos de alta tecnología, para “acortarlos”, tienen un “tremendo retorno económico”.
Así lo señaló Claudio Parada, Médico Veterinario de la firma chilena Prinal, en un seminario de productividad vitalicia organizado por Lircay y Prinal, donde indicó que el periparto de la vaca lechera está muy estudiado, especialmente el Balance Energético Negativo (BEN) que sucede entre los días 10/12 preparto, y vuelve a positivo cerca del día 30 postparto.
También hay un balance proteico negativo, por eso hay pérdida de músculo. Cuando los animales pierden músculos, pierden longevidad. Entonces, es imperativo que estos no se presenten. Con un alto nivel energético hay una correcta activación hormonal lo que ayuda a que la glándula mamaria, produzca más cada lactancia.
Más importante aún es que el ciclo estral comienza durante el preparto en el día 10 a 12. Por lo tanto, el primer celo es, a los 12 días postparto y el crecimiento de los folículos se produce en un balance energético positivo lo que es muy favorable para lograr la preñez.
Los beneficios reproductivos son, el primer celo antes de los 15 días de paridas con involución uterina completa y la presencia del segundo celo antes del comienzo del periodo de inseminación en una vaca con buena condición corporal. Este beneficio se explica porque el óvulo que se insemina entre 45 y 60 días después del parto crece en BE Positivo, lo que facilita que se fecunde e implante, reduciendo el LPP y reduciendo los Días Abiertos.
Por su parte, el Médico Veterinario, PHD Ciencias Animales Nutrición de Rumiantes Agrícola y Comercial de Lircay, Felipe Pino, manifestó que la nutrición y alimentación de terneros en crianza artificial son factores que mejoran la eficiencia y la productividad vitalicia de la futura vaca lechera.
Ello está en relación con la productividad vitalicia y los factores que modifican la producción de una vaca en todas las lactancias de su vida. Dentro de este tema expuso los conceptos de “Nutrigenómica y Epigenética” y como éstos se relacionan con la “Programación Fetal”.
La Nutrigenómica se relaciona cómo, los nutrientes o compuestos nutricionales pueden activar o desactivar genes, sin modificar el DNA de los animales y en el caso de la Epigenética cómo el medio ambiente puede modificar la expresión de los genes.
De estos conceptos nace la “Programación Fetal” que explica cómo estímulos maternos que ocurren especialmente en el último tercio de gestación modifican el crecimiento, la salud postnatal y la productividad futura de esa cría.
Dentro de este tema, Pino presentó antecedentes de como la nutrición de la vaca durante el período seco va a afectar la nutrición placentaria y por ende la nutrición del ternero, generando una alta correlación con la productividad de esa cría cuando sea vaca lechera.
Así mismo, se presentaron antecedentes de como la falta de energía y proteína durante el último tercio de gestación y del preparto, afecta la vitalidad del ternero, la capacidad de absorción de las inmunoglobulinas y la correlación con la incidencia de diarreas los primeros días de vida.
Por otra parte, y en relación a la productividad vitalicia, Pino se refirió a los factores asociados a la crianza que afectan la productividad de esa ternera cuando sea vaca. Dentro de esos factores se presentó la importancia de la nutrición y el estado sanitario de los primeros 4 meses de vida, donde se produce el mayor desarrollo del tejido glandular productivo de una ternera y por ende de la producción futura.
La información entregada indica que a medida que mayor sea el consumo de MS durante el período en leche, mayor va a ser el desarrollo ruminal y mayor productividad futura de esa ternera. A su vez, se explicó la importancia del desarrollo del rumen para evitar caídas de peso, perdidas de inmunidad y retraso en la recría y edad de encaste.
El profesional indicó que el retraso que en promedio presentan las vaquillas a la edad de encaste es de 2 a 3 meses, lo que coincide con el retraso en GDP que se presenta en forma habitual por perdidas asociadas al destete. Esto se evita, si la crianza inicial se enfoca en el desarrollo de rumen y con esto se mantienen estables las ganancias post destete apoyado en una correcta suplementación durante la recría.
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