El último ascenso obedeció fundamentalmente a la subida de los precios de la manteca y el queso, como consecuencia del crecimiento constante de la demanda mundial de importaciones y el aumento repentino de las ventas al por menor en Europa en coincidencia con la baja estacional de la producción lechera de la región.
Por el contrario, tras seis meses consecutivos de aumentos, los precios de la leche en polvo descremada disminuyeron a raíz de una ralentización de las compras en Asia, especialmente en China, que se sumó al aumento de las disponibilidades exportables a escala mundial, incluidos los excedentes de leche en polvo de la India. Pese a la mayor demanda de suministros al contado en Oriente Medio y África del Norte, en especial en Argelia, la disminución de las compras de China deprimió las cotizaciones de la leche entera en polvo.