En Ecuador, más de 1 millón de personas trabajan en la cadena productiva de leche, en ese sentido el sector lácteo es un importante músculo para la reactivación económica del paıs. ́
La emergencia sanitaria por coronavirus ha generado cambios en los hábitos de consumo, la preferencia por productos nacionales se fortalece y la industria láctea ecuatoriana está comprometida con la innovación y desarrollo para llevar a los ecuatorianos productos nutritivos y saludables elaborados con óptimos estándares de bioseguridad.
La declaración de emergencia sanitaria por COVID-19 encendió las alarmas en múltiples ámbitos a escala nacional. El sector económico y productivo se vio profundamente afectado, sin embargo los planes de reactivación económica impulsados por el Gobierno nacional con apoyo de los gremios empresariales, voltearon la mirada a los sectores productivos clásicos, entre ellos el agropecuario. Desde el inicio de la crisis sanitaria, las industrias lácteas ecuatorianas reforzaron e implementaron nuevas medidas de seguridad para sus procesos productivos, mejoraron sus estrategias de entrega de productos y desarrollaron estrategias que posibilitaron el correcto abastecimiento a escala nacional.
El sector lácteo es fundamental y estratégico para el país: Ecuador tiene 300 mil Unidades Productivas Agropecuarias, esto implica que alrededor de 1 200 000 personas viven de la leche y toda su cadena productiva. Este grupo de ecuatorianos encuentra en la leche el “sueldo del campo” puesto que la producción y comercialización de leche genera un flujo constante y de gran importancia para sus hogares.
Al mismo tiempo la Cadena de Valor de los Productos Lácteos representa alrededor del 14 % del PIB Agroalimentario del Ecuador, lo que evidencia su alto grado de impacto en la economía del país. El sector lácteo nacional, además, tiene un gran potencial para exportar productos innovadores y con valor agregado.
En el primer cuatrimestre de 2020 la industria láctea formal del país acopió alrededor de 342 millones de litros de leche, y se estima que la producción total de la misma en este periodo es de aproximadamente 660 millones de litros; todo esto gracias al trabajo responsable y compromiso de las industrias para sostener la compra de leche durante este período de emergencia.
La emergencia sanitaria provocó, además, un cambio en los hábitos de consumo. Los ciudadanos reaccionaron a las medidas de emergencia buscando adquirir productos nacionales de primera necesidad en formatos de larga vida y alto volumen, en ese sentido los productos lácteos más demandados han sido: leche en cartón, leche en polvo, yogures en formatos de gran tamaño y quesos frescos o tipo mozzarella.
La industria láctea está preparada y comprometida para proteger a todos los actores de la cadena láctea, especialmente a los más pequeños. Para ello ha desarrollado y reforzado estrategias que garanticen el acceso de productos lácteos a sectores vulnerables de la población mediante el desarrollo de Alimentos Funcionales y Solidarios. Además se trabaja en la incorporación a la cadena de valor láctea de las denominadas “Industrias Intermedias”, es decir industrias que utilizan la leche y/o productos lácteos como componentes sustanciales de sus productos.
La industria láctea ecuatoriana trabaja día a día para garantizar el abastecimiento, evitar especulación, y motivar a la ciudadanía a fortalecer su salud mediante el consumo de lácteos. Quedarse en casa y alimentarse bien son acciones clave para combatir el coronavirus.
El Centro de la Industria Láctea (CIL) agrupa a las más grandes e innovadoras industrias del sector lácteo del Ecuador, mismas que trabajan día a día en pos de la soberanía y seguridad alimentaria de todos los ecuatorianos. La estabilidad de la Cadena Láctea es fundamental, por lo que garantizamos el abastecimiento continuo de nuestros productos; y solicitamos a los consumidores que se abastezcan responsablemente y de acuerdo con sus necesidades en los mercados, tiendas y supermercados del país; además mantendremos los precios evitando la especulación y el acaparamiento.