Ercole Felippa, titular del CIL, insatisfecho con la respuesta del gobierno a la crisis lechera.
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"ANÁLISIS. El industria cooperativista (Manfrey) y vocero de los industriales, ofreció su pronóstico."
Las entidades de la industria láctea y algunas de la producción de leche difundieron días atrás una carta abierta a la sociedad, dando cuenta de los problemas que entienden tiene la cadena productiva, muchos de los cuales surgen de medidas tomadas por el propio gobierno.

En esa carta, el sector habló de la necesidad de que las autoridades lo escuchen y tomen cartas en el asunto.

El punto es que hay varias medidas oficiales (como las retenciones, la brecha cambiaria o los programas de precios justos) que reducen los ingresos de tamberos e industriales, mientras que aumentan sin pausa los costos. Esto achica las rentabilidades y hasta las vuelve negativas. Frente a esto, la respuesta del Ministerio de Economía fue el anuncio de una tanda de subsidios a los productores chicos y medianos, por cuatro meses, que apenas alcanza a compensar un poco el daño.

 

Ercole Felippa, titular del Centro de la Industria Lácteas (CIL), confirmó que los costos de la actividad primaria vienen aumentando ante la escasez de granos, como consecuencia de la sequía, y por el impacto de medidas como el dólar soja 1 y 2. El industrial, que viene de la compañía Manfery, espera que esta tendencia se sostenga durante el año.

Por eso, Felippa cree que bajará el nivel de producción de los tambos, que lograron una oferta de 11.500 millones de litros en 2022 empatando así la oferta del año previo. “Probablemente en 2023 haya menos de producción por la seca y la relación desfavorable entre el precio del litro de leche y el de los granos”, evaluó el titular del CIl, contradiciendo un primer pornóstico del USDA que habló de una mejoría del 1%.

La caída en la oferta de materia prima es un lujo que las industrias no se pueden dar, cuando además el mercado interno tiene cada vez menos poder de pago por la inflación y los ingresos por exportaciones se ven afectados por el desdoblamiento cambiario y los derechos de exportación.

“La industria necesita más oferta. Tenemos que trabajar en que haya más producción de leche. La única forma de que haya precios más bajos para los consumidores es con más oferta y para eso hay que generar las condiciones para que la producción primaria crezca”, enfatizó el referente industrial.

Escuchá la entrevista:

El otro problema que enfrenta la cadena láctea, según el presidente del CIL, es mejorar la inserción de sus productos en los mercados, en especial de los más exportados, que son la leche en polvo y los quesos.

La salida exportadora es necesaria porque este año el consumo interno de lácteos, lejos de mejorar, se volvería a ver afectado por el proceso inflacionario.

“Hay que trabajar con el gobierno para reducir o eliminar los derechos de exportación. El mercado interno está deteriorado, por lo tanto, la cadena tendrá una necesidad imperiosa de exportar”, indicó Felippa.

Para ello hace falta mejorar la competitividad de un sector que exporta al tipo de cambio oficial y que además recibe descuentos del 9% cuanto vende leche en polvo y del 4,5% en la exportación de quesos.

Debido a la brecha cambiaria, los precios de la exportación resultan bajos medidos al tipo de cambio oficial, “pero un valor de 3.200/3.400 dólares por tonelada de leche en polvo” que es lo que paga el mercado hoy “no es malo en términos históricos”, reconoció el industrial.

El problema de la lechería, entones, parece estar en la macroeconomía local y en los problemas que generan las políticas oficiales sobre la actividad.

 

 

Leé también: Leche, alimento mundial: consumo, producción y comercialización ? – eDairyNews-ES

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