La ola invernal y los insumos para la producción de la leche y lácteos, han generado una considerable carestía en el país, la cual alcanzó en noviembre el 34,7 %.
La Asociación Colombiana de Procesadores de Leche (Asoleche) informa que la producción de este alimento, y los lácteos, se han encarecido en el último año, mientras que por los altos precios su consumo se ha ido reduciendo. Muchas familias en el país han tenido que rendir el chocolate con agua.

Echando mano de cifras manejadas por la firma Radar, Asoleche precisa que a finales del año pasado el gasto en lácteos de los hogares colombianos se redujo en un 9,9 %, lo que se traduce en una reducción del consumo por el efecto de los precios.

“Esta disminución está relacionada con la producción y el costo de los insumos para la ganadería y la nutrición del ganado, por efecto de las coyunturas internacionales”, aseguró Andrea González, presidente ejecutiva de Asoleche, quien añadió que la ola invernal también ha golpeado a estos productos de la canasta básica familiar.

Hay que recordar que Colombia alcanzó niveles máximos de inflación en 2022, con una carestía promedio del 12,53 % (con corte a noviembre), lo que se traduce en una pérdida del poder adquisitivo, es decir, el dinero alcanzó para menos cosas.

La situación se vio más crítica en las familias con mayores niveles de pobreza monetaria, pues para estas la carestía fue del 14 %. Si se tiene en cuenta que más de la mitad de la población ocupada (58,8 %) gana uno o menos en un salario mínimo, tiene sentido que los $4.000 o $6.000 que puede costar una bolsa de leche de 1.100 ml (dependiendo de la marca) pase a ser más un lujo que una necesidad.

Y es que si se compara el precio que tuvo la leche en noviembre, con el de doce meses atrás se registra un crecimiento del 34,7 %, así como del 27,2 % en los quesos y afines, y del 17,6 % en otros derivados lácteos.

“Lo que revelan estas cifras es un preocupante y creciente déficit en las raciones de leche y derivados lácteos que deben consumir los colombianos, y que hace parte de los retos del país en términos de seguridad alimentaria” sostuvo González, quien aseguró que en 2023 esperan trabajar para que el sector sea más competitivo, amén de que los precios sean más inclusivos para la población nacional.

El negocio de la leche en 2022

Asoleche también brindó un leve reporte del comportamiento del negocio el año pasado, resaltando que el acopio de leche formal presentó una recuperación del 8,3 % (variación anual con corte a noviembre).

“Esto significó un crecimiento en la formalidad y/o en la producción, lo cual está relacionado con el comportamiento de los precios de la leche cruda pagada al productor que en promedio para este mismo periodo crecieron en un 46,8%”, añadió.

A pesar del crecimiento, se evidenció una desaceleración en el acopio formal para el segundo semestre del año, como consecuencia de la ola invernal. Se ha evidenciado un impacto en la producción de leche en Tolima y Costa Atlántica (30%), Valle de Ubaté y Chiquinquirá (15%), Nariño (15%), Antioquia, Eje Cafetero y Valle del Cauca (10%), afectando también los precios al consumidor y, por tanto, el consumo de los hogares colombianos.

“Por otro lado, a nivel institucional, Asoleche contribuyó con la competitividad y sostenibilidad de la cadena láctea. Gracias a la gestión realizada ante el Congreso de la República y el Gobierno Nacional, Asoleche logró que se excluyeran, en el proyecto de Reforma Tributaria, las partidas arancelarias 04.03 y 04.04 del impuesto a las bebidas ultraprocesadas azucaradas, las cuales se pretendían gravar bienes tales como la mantequilla, los yogures y el lactosuero, entre otros”, concluyó.

 

Leé también: Leche, alimento mundial: consumo, producción y comercialización ? – eDairyNews-ES

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