Una gran incertidumbre ha generado las fallas operativas que registra la plataforma de la DIAN en el sector ganadero porque no permite identificar la realidad del mercado sobre todo a comienzos de año que se activan los cupos de leche en polvo, más conocidos como contingentes de importación, que aplica la desgravación arancelaria concertada en los TLC con UE y USA.
Es una seria preocupación planteada por Óscar Cubillos Pedraza, incluso en su última columna de opinión titulada “Importación de leche en polvo y feliz año”, en la que pone en alerta la inconveniencia de la falla.
“La plataforma del ente fiscal ha tenido graves y extendidos problemas que en definitiva han impactado las cifras equivalentes a los volúmenes de importación de leche en polvo que ingresan al país”, expresó.
Al tiempo que manifestó con evidente preocupación que, “Lo que no quisiera pensar es que solo se estén represando las entradas y en cualquier momento tengamos una gran ola de importación de leche en polvo”.
Activación de contingentes
Inicia el año, y como es habitual el 1 de enero a las cero horas se activan los contingentes que permiten la importación de leche en polvo desde EE. UU. y la Unión Europea. En el primer caso -UE- podrán importarse, sin el pago de arancel 8400 toneladas y, en el segundo -EE. UU.-, 17.261 toneladas.
“Pareciera haber menor atracción por el uso del cupo de Estados Unidos, pues al término del 2 de enero solo se había importado el 3,57 % de las 17.261 toneladas. Sería una buena noticia tener menor presión de productos importados, lo que indicaría, de un lado que hay oferta de leche, y de otro, que el precio de la oferta local es más competitivo que el importado.
Para el economista Cubillos quien es además el jefe de investigaciones económicas de Fedegán-FNG, el gremio cúpula de la ganadería colombiana, resulta poco común la dinámica actual del cupo desde EE. UU.
Al respecto hizo referencia a dos factores que según él favorecen la importación: el primero que la tasa de cambio en los últimos días ha estado por debajo de los $4000 y, el segundo, que si bien el precio internacional de la leche repuntó ligeramente en el último trimestre de 2023, no lo hizo excesivamente, para que resulte no atractivo importar.
Poca dinámica
El columnista enfatizó que existen otros argumentos a favor de la poca dinámica importadora, que considera un buen escenario para los productores de leche en el país, “a pesar de hablar de verano y fenómeno de El Niño, se siguen registrando lluvias. Solo es cuestión de ver los pastos y forrajes de la finca para ver que siguen en buena condición; sin desconocer que en la costa Caribe es más notoria la temporada seca y que en la Andina se ha tenido intermitencia con las lluvias”.
Mayores inventarios
El columnista pone a la luz pública otras dos reflexiones que podrían explicar la baja importación: la primera es que la industria lechera ha mantenido un inventario de leche en polvo entera que para inicios de noviembre registraba la cifra más alta desde marzo de 2021, cerca de 15.000 toneladas, lo que indica que ante las alertas por verano y con un precio interno a la baja, optaron de manera racional por mayor abastecimiento.
La segunda es que no es diferente en leche en polvo descremada, aunque con un inventario evidentemente menor al de la entera, pero históricamente de los más altos para el fin de año.
Situación real
De acuerdo con la columna de opinión “a partir del arreglo pleno de la plataforma de la DIAN se podrá saber con certidumbre si 2024 también será un año de altas importaciones, como lo fue el 2023, o estamos llegando a un escenario en donde la producción de leche colombiana, a pesar de los fuertes golpes, y de cara al libre comercio el 1 de enero de 2026; está logrando mayor capacidad de adaptación, de productividad y de competitividad frente a la importada”.