La cooperativa lechera chilena, que tiene a Nicolás Ibáñez y Manuka entre sus filas, partió en 2019 planteando su meta de integrarse verticalmente.

“Lo único que le puedo decir es que hay un natural interés en participar”, señala Christian Arntz, presidente del directorio de la cooperativa lechera Campos Australes, frente al anuncio hecho por la lechera neozelandesa Fonterra de vender la participación mayoritaria que tiene en las empresas Soprole y Prolesur.

Eso sí, aclara el directivo, también presidente de la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno, SAGO, que por ahora Campos Australes no ha hecho ningún pronunciamiento oficial, debido a que “el anuncio de Fonterra es tan vago, que todavía no hay ni siquiera un banco de inversión que esté a cargo, ni se puede conversar con nadie. Está hecho el anuncio, pero nada más. Entonces, nadie puede hacer una propuesta estudiada”, agrega.

En septiembre recién pasado, Fonterra, la firma exportadora de lácteos más importante del mundo, remeció el mercado nacional al anunciar la venta, que después, aclaró, la decide porque necesita financiar un importante proyecto que dará sustentabilidad a los productos lácteos neozelandeses a nivel mundial.

El presidente de Campos Australes destaca que el anuncio ha dado pie a mucha especulación. “Se habla de una empresa peruana, que podría ser Gloria, o una mexicana, que podría ser Bimbo, o algunos inversionistas chinos, que no se sabe quiénes serían, pero hoy Campos Australes, como cualquiera otra cooperativa, lo está viendo, sin lugar a duda”, destaca Arntz.

En 1988, el New Zealand Dairy Board —que en 2001 se transformó en Fonterra— compró el 52% de las acciones de Soprole, tomando así el control. Ahora Fonterra pondrá en venta el 99,85% de la propiedad accionaria de la lechera que tiene una posición destacada en el mercado nacional. En su memoria 2020 destaca su liderazgo en las categorías de yogur, postres y mantequillas, y un rol relevante en el mercado de las leches líquidas y quesos. Así, las ganancias de Soprole antes de impuestos fueron de 28.072 millones de pesos, lo que representó un aumento de 15% respecto del año anterior.

De acuerdo con los planes

No es desconocido el interés de Campos Australes por integrarse verticalmente en la cadena láctea. Con ese anhelo partió en su creación como cooperativa en mayo de 2019.

De hecho, en ese momento anunciaban que en dos a tres años querían llegar a producir unos 350 millones de litros de leche anuales —para 2021 estiman 360 millones—, lo que corresponde a cerca del 15% de la producción nacional y, en paralelo, querían trabajar en la industrialización de sus productos, dando prioridad a contar con una planta de proceso propia, siempre apostando en este negocio.

Más aún, entre sus asociados hay importantes productores de leche, de los más grandes del país, como el empresario Nicolás Ibáñez y la empresa de lecheros neozelandeses Manuka, de la que Ibáñez también es socio.

Manuka nace en 2005 con la llegada de productores lecheros neozelandeses que compran campos lecheros en la zona sur para aplicar en Chile el sistema kiwi de producción de libre pastoreo. Entre ellos había varios directivos de Fonterra, como el exCEO Henry van der Heyden. La empresa se ha convertido en la mayor productora de leche en Chile y actualmente la integran 56 lecherías, entre ellas la hacienda Rupanco, que suman 42 mil vacas que producen 183 millones de litros de leche al año. Y apuestan a seguir creciendo, ya que para 2024/2025 esperan llegar a 263 millones de litros, con 60 mil vacas.

El mismo empuje ha implantado ya durante 17 años en el sector lácteo el empresario Nicolás Ibáñez, excontrolador de D&S, desde que compró el fundo El Tomate en la zona de Purranque para desarrollar su proyecto Lácteos Tronador. Ibáñez ha sido uno de los impulsores de la creación de Campos Australes y antes se integró como socio a Manuka al adquirir el 10% de la propiedad.

Lecheros al aguaite

Desde hace unos tres años que se venía hablando de la posibilidad de que se vendiera Soprole-Prolesur, y ahora que es un hecho claro y preciso, claro que les gustaría ver en lo posible una empresa nacional a cargo, dicen en Fedeleche.

“Uno de los anhelos más grandes, y que yo como presidente del gremio lo he venido diciendo en los últimos años, es que ojalá el 60% de la producción nacional sea comercializada y procesada a través de cooperativas; por lo tanto, si esta industria se transforma ahora en una empresa chilena, y además en una cooperativa, claramente sería algo muy positivo para el sector. Por eso, si es que existiera la posibilidad de que quede en manos nacionales, nosotros lo vemos con muy buenos ojos”, plantea Marcos Winkler, presidente de la Federación Nacional de Productores Lecheros, Fedeleche.

No obstante la importancia del anuncio, Winkler considera que no debiera haber inquietud ni temor en los productores que abastecen a Soprole. “Se están vendiendo las acciones de la empresa, no tiene nada que ver con los productores, ni con la comercialización, ni con la producción; por lo tanto, la duda que uno puede tener es sobre quién va a venir o quién va a comprar la empresa, pero no temor”, dice el presidente de los lecheros.

Respecto de los conflictos de los productores con las procesadoras, en especial con Soprole, Winkler plantea que la industria en momentos ha empujado los precios y en otros no, y cuando eso ha ocurrido claramente ha habido dificultades.

“Ahora tenemos un mercado mucho más funcional; los agricultores tienen posibilidad de moverse libremente entre empresas, pueden buscar mejores alternativas, hay un mercado creciente para los más chicos, que funciona muy bien y Soprole y Prolesur son parte de eso. Lo distinto ahora es el canal de comunicación que hay con los ejecutivos. Tenemos una conversación fluida para que se respeten los acuerdos, se respeten los tratados de libre comercio, se respeten las sentencias 7 y 57, pero informados de tal forma que eso hace que el mercado funcione y que por eso se paguen los precios que corresponde”, señal dice Winkler.

Será un buen año

“Los precios de venta están al alza este año en alrededor de 15%; sin embargo, los precios de compra han subido casi 30%. Por lo tanto, la balanza sigue no siendo tan favorable. Ahora bien, el mercado completo dentro de la industria láctea, sumado a las ventas de las vaquillas de reposición a China y la venta de los machos de lechería a la industria de la carne, con muy buenos precios, hacen que el negocio entero este año sea bueno. No tanto como el 2020, pero será un buen año. Ahora, los precios tienen que regularse, porque los insumos están muy altos”, plantea Marcos Winkler.

La producción de leche este año podría crecer 3%. El año pasado el aumento fue de 6,3% y la apuesta era repetir esa alza en 2021, pero la sequía de otoño no lo permitió.

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