El kéfir, una bebida fermentada de origen milenario, vuelve a ganar protagonismo frente a los probióticos tradicionales. Esta bebida contiene una mayor diversidad de microorganismos beneficiosos, lo que podría potenciar la defensa natural del organismo.
Mientras que los probióticos comerciales suelen incluir una o dos cepas bacterianas específicas, el kéfir combina bacterias lácticas, levaduras y hongos que trabajan de forma sinérgica en el intestino. Esta mezcla favorece el equilibrio de la microbiota y mejora la absorción de nutrientes esenciales.
Los expertos señalan que su consumo regular contribuye a reforzar las defensas, mejorar la digestión y reducir la inflamación intestinal, actuando como un escudo natural frente a virus y bacterias. Además, su contenido en vitaminas del grupo B, calcio y aminoácidos lo convierte en un complemento ideal dentro de una alimentación equilibrada.
“El kéfir es un probiótico completo, vivo y funcional. No solo previene desequilibrios intestinales, también ayuda a mantener un sistema inmunitario más fuerte”, señalan los nutricionistas consultados.
Fuente: Cuídate Plus – Kéfir versus probióticos: beneficios para el sistema de defensa del cuerpo






