El litro supera los 40 céntimos, la cotización más alta desde la crisis del 2008.

El precio de la leche en origen volvió a subir en abril —último período contabilizado por el Ministerio de Agricultura— y ya acumula nueve meses consecutivos de revalorizaciones. Esto ha provocado que la cotización media se sitúe estos días en 40,9 céntimos por litro, la cantidad más elevada desde hace más de diez años.

Hay que remontarse a febrero del 2008, en los albores de la crisis financiera mundial, para encontrar la última mensualidad en la que los precios sobrepasaron la barrera simbólica de los 40 céntimos. Entonces, la caída de la producción mundial —que había comenzado a mediados del 2007 y que luego se agravó por la fuerte sequía que asoló Nueva Zelanda, uno de los mayores exportadores lácteos del planeta— provocó que las liquidaciones por litro llegasen a rondar los 50 céntimos.

Con sus diferencias, la historia se repite ahora. La producción mundial vuelve a caer, provocando una importante presión alcista sobre los precios en origen. Las razones de ese descenso en los volúmenes de materia prima se deben a circunstancias tan variadas como la mala calidad del forraje en EE.UU. —primer productor mundial—, los elevados y crecientes costes de producción, las altas temperaturas registradas en los principales países productores del hemisferio sur o las consecuencias derivadas del covid-19 que continúan sufriendo distintas partes del planeta. Esas son las principales conclusiones que se extraen del informe elaborado por el prestigioso centro de estudios del banco holandés Rabobank. Sus previsiones a corto plazo apuntan a una caída de la producción en el conjunto del llamado Big-7 —el grupo de las principales regiones exportadoras de leche del planeta formado por la UE, Estados Unidos, Nueva Zelanda, Australia, Brasil, Argentina y Uruguay— que rondaría el 2 % durante el primer semestre del año.

La cifra podría ser aún mayor si se tiene en cuenta que, en el caso neozelandés, el recorte hasta marzo fue del 7 % en comparación con el mismo período del año pasado. En Estados Unidos fue del 1,3% y en el conjunto de la UE, el descenso de las entregas se quedó en el 0,3%. En el mercado doméstico, pese a que España registró un descenso del 1,6 % en comparación con el 2021, Galicia la incrementó en algo más de un 2 %. Esto confirma de nuevo la vocación láctea de la comunidad.

En la evolución al alza de los precios de la leche en origen también está teniendo un peso determinante la buena cotización de los derivados lácteos industriales en los mercados globales. La mantequilla —está alcanzando cotizaciones superiores a los 6.500 euros por tonelada, el máximo del último lustro— o la leche en polvo desnatada —ya se vende a más de 4.000 euros la tonelada— se han revalorizado más de un 55 % en comparación con los precios que tenían hace un año, como recoge el último informe publicado por la interprofesional láctea francesa (CNIEL).

Las previsiones apuntan a que los precios de estos productos se mantendrán, en el peor de los casos, estables hasta el último trimestre del año, sobre todo, en un marco de una oferta limitada, como el actual. Las perspectivas a más largo plazo, tal y como reconocen los especialistas de Rabobank, dependerán del comportamiento del consumidor y de la normalización de la relación entre oferta y demanda, «aspectos ambos muy impredecibles».

A día de hoy, existe el convencimiento generalizado, al menos entre el sector productor, de la escasa repercusión que ha tenido la última reforma de la Ley de la Cadena Alimentaria en lo relativo a los importes a los que la industria liquida la leche a los ganaderos.

Los contratos

«O leite subiu polas circunstancias do mercado e non porque aumentaran os custos de produción. Un asunto que pouco preocupa ás empresas porque nos obrigan a asinar que o prezo que nos ofrecen xa cubre os custos, aínda que non sempre sexa certo», apuntan desde una de las principales organizaciones de productores existentes en Galicia. A lo que está haciendo referencia es a la cláusula recogida en la práctica totalidad de los contratos de compraventa de leche por la que el ganadero acepta el precio ofrecido, reconociendo que es superior al coste de producción de la leche.

Diferentes entidades privadas y públicas, la Xunta entre ellas. trabajan para establecer un sistema de referencia para conocer los costes reales de producción de la leche. A partir de ahí, una subida de los gastos, con la actual normativa en la mano, obligaría a modificar los contratos al alza.

Te puede interesar

Notas
Relacionadas

Más Leídos

Destacados

Sumate a

Mundo

Seguinos

Suscribite a nuestro newsletter