Luces y sombras se reflejan en la calidad promedio de la leche producida en el primer cuatrimestre del año en la provincia de Santa Fe: mientras el contenido de sólidos útiles creció y se ubicó por encima de la “leche de referencia”, las condiciones sanitarias son llamativamente deficientes.
El reporte sobre el sector que dieron a conocer el Instituto Provincial de Estadísticas y Censos (IPEC) y el Ministerio de la Producción, muestra que fueron creciendo los porcentajes de Grasa Butirosa (GB) y Proteínas hasta registra en abril una media de 3.74 y 3.34 gramos cada 100 centímetros cúbicos, respectivamente, mientras en el mismo mes de 2020 esos valores eran de 3.65 y 3.31. En todos los casos se trata de niveles positivos, ya que se superan los establecidos para la “leche estándar” en la resolución 439/2014, que son 3.5 de GB y 3.25 de proteína.
Sin embargo, los parámetros higiénico-sanitarios son deficitarios y no sólo no cumplen el umbral establecido en dicha norma, sino que en uno de ellos es llamativamente negativo. Así, mientras las Células Somáticas (CS) por centímetro cúbico debieran ser iguales o menores a 400.000 y las Unidades Formadoras de Colonias (UFC) 100.000 o menos, los valores de abril son 400.995 y 256.641,13.
En una apreciación absolutamente apriorística, consideró que la caída en calidad higiénica es lógica en los meses de marzo y abril, más alta que en invierno, “pero no tuvimos un verano de lluvia y barro super jodido, así que evidentemente no se está laburando bien en este tema”.
Esto, agregó, tendría una correlación directa con la escala promedio de los tambos santafesinos, muchos más chicos que los de Córdoba o Buenos Aires. “Muestra deficiencias porque las instalaciones no son las mejores”, sentenció.