Valorizar el producto para que sea acorde con su calidad y que ese reconocimiento repercuta en todos los eslabones de la cadena agroalimentaria. Ese es el objetivo de la estrategia de dinamización del sector lácteo; así como de la de estimulación económica, territorial y turística de las comarcas vitivinícolas de Galicia, y la que todavía está en elaboración para el sector de la carne. Estos documentos — promovidos por la Consellería do Medio Rural y que cuentan con la colaboración de la Fundación Juana de Vega para su elaboración y seguimiento— pretenden ser la partitura que guíe a agricultores, ganaderos, viticultores e industrias, aportando soluciones a problemas como, por ejemplo, la crisis de precios que viven ahora en Galicia los productores lácteos o de carne. El sector vitivinícola, gracias en parte a su capacidad exportadora y a la alta demanda tanto en el mercado interno como en el internacional, ha logrado capear el temporal.
La prueba de esa búsqueda de soluciones son instrumentos como la Conta Láctea, incluida dentro de la Estratexia de Dinamización do Sector Lácteo. Esta herramienta, elaborada conforme a la normativa contable española, permite al ganadero saber cuáles son sus costes de producción y, de ese modo, tener un referente para negociar precios con la industria.
Pero ese es solo un pequeño apunte del amplio contenido de esas estrategias, unos documentos sobre los que hablaron, en un foro celebrado en el Museo de La Voz, el conselleiro do Medio Rural, José González; el director de la Fundación Juana de Vega, José Manuel Andrade; el presidente del Consello Regulador de la IXP Ternera Gallega, Jesús González, y el presidente de la D. O. Rías Baixas, Juan Gil.
Porque en Galicia, como coincidieron, se produce una materia prima de alta calidad, pero muchas explotaciones necesitan mejorar la gestión empresarial. Por eso, la Estratexia de Dinamización para o Sector Lácteo tiene entre sus ejes el fomento de una mayor profesionalización del sector; pero también la formación, la innovación, la potenciación de la industria para lograr que en el horizonte del 2025 un 75 % de la leche que se ordeña se transforme en productos de valor añadido dentro de la comunidad o la búsqueda de nuevos mercados.
Abrir mercado parece que será también uno de los objetivos de la futura Estratexia de Dinamización do Sector da Carne, un documento que, como comentó el director de la Fundación Juana de Vega, José Manuel Andrade, está en fase de elaboración. Y aprovechó su intervención para destacar el valor que aportan al medio rural las explotaciones de leche y de carne, más allá del rastro que puedan dejar en el PIB de la comunidad: «O seu valor, máis alá do tema económico, está no papel que xogan na custodia do territorio». Y prueba de ello es, como indicaron varios de los ponentes, el trabajo que realizan a la hora de prevenir incendios.
BASE TERRITORIAL
Durante el foro también salió a relucir un dato: el 70 % de las explotaciones de vacuno de Galicia son de carne. Para ellas, al igual que ocurre en el caso de las dedicadas a la producción de leche, tener base territorial es fundamental, no solo a la hora de reducir costes, también en el momento de apostar por un modelo de ganadería sostenible, respetuosa con el medio ambiente y donde prima el bienestar animal. Para ganar base territorial, como apuntó el conselleiro, la Lei de Recuperación de Terra Agraria ofrece un amplio abanico de herramientas para que los ganaderos o agricultores puedan acceder a la tierra que precisan. Detectar las necesidades del sector cárnico es algo que pretende dilucidar la estrategia, ahora en elaboración. «A partir da detección desas necesidades vanse poder poñer en marcha medidas a nivel de produción, de industria e de mercado que tamén permitirán mellorar a rendibilidade das explotacións», apuntó el responsable de la IXP Ternera Gallega, Jesús González. A su juicio, como dijo, las industrias han de «gañar competitividade e mellorar a falta de loxística comercial. Hai que pensar no mercado estatal e tamén na internacionalización».
Esos serán pasos fundamentales porque, como añadió Jesús González, «detrás desa mellora da rendibilidade vai vir tamén un mellor posicionamento da carne no mercado e iso debería ter como consecuencia a mellora do prezo final do produto que repercuta en todos os eslabóns da cadea». Porque, aunque como explicó el responsable del consello regulador de la IXP, los precios de Ternera Gallega parecen comenzar a recuperarse del descalabro sufrido durante la pandemia, es necesario que los productores obtengan por la carne de estos animales el precio que merece su calidad. Eso es algo en los que hizo especial hincapié el conselleiro de Medio Rural, José González, al referirse al espíritu con el que nacen estas estrategias.
COOPERACIÓN EN LAS DO
En la del vino, por ejemplo, aunque los caldos gallegos gozan de una gran reputación a nivel internacional se busca, como apuntó José Manuel Andrade, «reforzar a imaxe de marca dos territorios, mellorar os produtos turísticos ligados ao enoturismo e a enogastronomía». Por eso, añadió, algunos aspectos clave son el fomento «da cooperación entre as distintas denominacións de orixe (DO)». Pero también apuntó que la actividad tiene que ser rentable para los viticultores. «Para iso teñen que aumentar a súa base territorial e aí entra en xogo a Lei de Recuperación de Terra Agraria», dijo.
El camino a seguir lo tiene muy claro el responsable de la DO Rías Baixas, Juan Gil: «Tenemos que avanzar hacia una vitivinicultura del siglo XXI, moderna, digitalizada y sostenible económica, medioambiental y socialmente». Pero su mayor preocupación, como dijo, es ser capaces de acompasar «el necesario crecimiento del sector con el crecimiento del territorio». Y confió en que la futura norma europea dé más margen administrativo a las comunidades autónomas a la hora de autorizar nuevas plantaciones.