Increíble, pero cierto: los uribistas protestando contra políticas que ellos mismos impulsaron; que no solo los jodieron a ellos, jodieron a todo el país.

Entonces, resulta que el señor director de Fedegan, José Félix Lafaurie, incluso con megáfono en mano, ha convocado desde hace días al gremio de los ganaderos para protestar contra la importación de leche en polvo de Estados Unidos, producto de “la libertad de comercio” entre Colombia y ese país. Dice José Félix Lafaurie, con razón, no hay que negarlo, que “320.000 ganaderos que se dedican a la lechería ven arruinada su economía por cuenta de las importaciones masivas”; que “este es un TLC que es de una sola vía, ellos (los estadounidenses) nos traen leche, carne y nosotros no podemos llevar nada porque no nos abren el mercado, entonces el tratado termina siendo un engaño que no es sostenible”. Hay que reiterarlo, con razón lo dice este señor. Pero esas razones que él expone no son suyas. Esas razones la expusieron hace años, incluso antes que se aprobaron esos tratados, los críticos de esos acuerdos, que no solo desnudaron las desventajas de esos convenios, sino que pronosticaron la ruina para el sector agroindustrial y otros sectores; que no se olvide que hace más de una década las centrales obreras y congresistas como Jorge Enrique Robledo, Alexander López, Piedad Córdoba y Gustavo Petro expusieron los argumentos con los cuales evidenciaban lo lesivo que iban a ser esos tratados para la producción nacional.

Sí, así le duela al uribismo reconocerlo, el tiempo le ha dado la razón a Gustavo Petro. Una persona que, siempre con argumentos, demostraba cómo se destruiría la producción de alimentos; que fue uno de los que votó en contra de esos tratados comerciales en el Congreso. Ahora, varios sectores, no solo el ganadero, proponen la revisión de estos tratados comerciales… Otro punto a favor que le dan a Gustavo Petro, pues hace años él viene proponiendo eso.

Si Colombia se dio un tiro en el pie con la aprobación tan desventajosa, tan salvaje, de esos tratados comerciales, fue culpa directa del uribismo que celebró con bombos y platillos esa herida que se le abría al país. Si esto se puede asemejar a una violación, pues fue el uribismo el que le abrió las piernas a Colombia para que fuera violada una y otra vez.

No es por culpa de las vacas que se arruina el sector ganadero, es por culpa de los burros que aprobaron esa salvajada de “Tratado de Libre Comercio”. Y esta es otra razón para relevar al uribismo del poder.

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