Siempre se corre de atrás en el tambo, cada salto brusco que da el dólar produce un desfasaje que deja temblando a más de un productor. Se desacoplan los precios de los insumos y servicios que están directamente dolarizados contra ingresos pesificados.
Y como si no alcanzara con esto, desaparece cualquier opción de financiación, no hay créditos que puedan conseguirse para campear el desfasaje.
Hasta hace un mes el sector estaba pagando la brusca devaluación de la segunda mitad del año pasado. Miremos los números, la producción en el primer semestre de este año fue un 5,7% menor que igual período del año pasado. Este fue el resultado directo de la devaluación.
Y ahora que se esperaba una recuperación importante de la producción vuelve a suceder lo mismo. ¿Alguien se anima a decir cuánto va a costar un litro de leche en enero 2020?