CLG dialogó con Roberto Tión, secretario de Lechería de la provincia, para conocer más sobre la realidad el sector.

La leche se considera un producto de primera necesidad para las familias. Sin embargo, los altos costos han influido notablemente en el consumo. La particularidad surge en que, si bien en góndola el valor es superior a los $50 en la mayoría de los comercios, al productor el litro se le abona $15.50. La amplia distancia entre uno y otro genera ciertas dudas. CLG dialogó con Roberto Tión, secretario de Lechería de la provincia para comprender un poco más la situación.

En primer lugar, el funcionario señaló: “La diferencia ha sido histórica entre lo que se le paga al fabricante y lo que se vende en góndola”. Aunque consideró que “determinar una sola causa es muy difícil porque son muchos los actores que participan”.

“Pasa por transporte, por una parte impositiva, la industria, otro transporte más y va a las bocas de ventas”, explicó.

En este mismo sentido, detalló que “normalmente los aportes siempre fueron 33 por ciento lo que se debería dividir el precio final”. “Es decir, 33% a la producción, el 33 a la industria y el otro 33 al aporte de comercialización. Pero hay una libertad absoluta de un manejo totalmente arbitrario por el supermercadista”, aclaró.

“La sensación está en que la producción primaria siempre tiene que ajustar. Si no hay rentabilidad, baja el precio. En cambio, los supermercadistas si baja el consumo, lo suben”, analizó Tión. Asimismo, continuó: “No hay un precio que se pueda llegar a establecer. Es muy difícil, parece que es distorsivo porque de $15 a $55 hay mucha diferencia“.

Por otro lado, se refirió al productor primario y cómo es la situación actual respecto al costo de venta. “Hace un año atrás el sector productivo reclamaba el precio, ahí estaba en 22 centavos de dólar el litro, hoy supera los 30. Si se ve eso se puede pensar que está bien”, sostuvo. Pero el análisis no es tan simple, entonces, remarcó: “Para los altos costos que tiene o la pérdida que ha tenido en los últimos dos años, vendiendo a $15, el sector productivo todavía no llega a ser fuerte en la rentabilidad como para invertir”.

El secretario recordó que en los últimos años hubo una caída importante, por lo que a pesar del buen precio de venta actual el sector no está “totalmente recuperado”. “Se necesitan buenos años como para que el tambero pueda reinvertir y modernizarse. Hacer reserva financiera como para poder trabajar holgadamente”, resumió.

“Si bien en los últimos meses se está recuperando, el consumo bajó muchísimo. Se está recuperando, se puede pensar que si hay estabilidad en la inflación y el poder adquisitivo del consumidor de a poco se puede ir acomodando el consumo interno”, puntualizó. Y comentó: “Todo esto se da por el poder adquisitivo de la familia, los altos costos y la inflación que nos tiene absorbidos a todos”.

Haciendo una proyección a futuro, aseguró: “En la producción primaria se tiene la sensación de que con la apertura de exportación se puede pensar en un futuro interesante a corto y mediano plazo. Pero la incertidumbre política no hace a ningún sector tener tranquilidad”. “Todos – industria, producción y supermercadistas – estamos con incertidumbre de lo que va a pasar el 10 de diciembre”, finalizó.

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