La titular de Lácteos Vidal Alejandra Bada Vázquez habló en Odisea Argentina (LN+) sobre el conflicto que mantiene con el gremio lechero Atilra, cuyos afiliados -que también son empleados de la empresa- llevan a cabo bloqueos y acampes en las dos plantas de la fábrica en reclamo de mejoras salariales.
En diálogo con Francisco Olivera, Vázquez profundizó sobre los inicios de la disputa, lo que motiva al sindicato a actuar de la manera que actúa y algunos episodios vivenciados este año. También apuntó contra la Justicia por impedirle despedir a quienes paralizan la producción.
Respecto de los orígenes de la puja entre ambos sectores, la dueña de la lechera rememoró: “Los ataques comenzaron en 2014. Ellos argumentan algunas diferencias de categoría, como que había 14 personas a las que les correspondería una categoría mayor, que serán 5000 pesos más por mes nada más”.
En esa línea, reveló que “esas categorías fueron verificadas por el Ministerio de Trabajo”. “Años después, ellos fueron a pedir una inspección en 2018, el Ministerio fue personal, verificó las categorías y dijo que 12 estaban bien categorizadas. Nos dieron la razón a nosotros”, reveló.
“Fue allí cuando, como no se les dio por la vía legal, tuvieron que tomar otras medidas como los bloqueos extorsivos”, lamentó. Y dio detalles del agravamiento de su modus operandi: “Al principio, simplemente nos amenazaban e imposibilitaban el ingreso a las fábricas. Pero después se puso más difícil”.
“Llegaron a tajear el auto de uno de los empleados, tiraron piedras, usurparon terrenos, vandalizaron complejos tanto la planta que tenemos en Moctezuma (Carlos Casares) como la que está en Capital Federal. No nos dejaron sacar ni siquiera los repartos diarios”, relató Vázquez.
En el caso particular de la filial instalada en Carlos Casares, denunció el “armado de carpas, asados, partidos de fútbol y hasta cumpleaños en el predio”. “Hicieron un acampe en un terreno municipal. No nos dejaron producir y exportar, cuando tenemos clientes importantes como Bolivia, Corea y China”, acotó.
Críticas a la Justicia
A mediados del diálogo televisivo, la dueña de Lácteos Vidal hizo hincapié en los 29 despidos que intentó hacer la compañía pero le fueron negados por la Justicia: “Tomamos la determinación, porque los costos fijos los tenemos, de efectivizar despidos de quienes llevaron a cabo distintas tomas. Pero no lo logramos”.
Sobre las razones por las cuáles no pudieron proceder, se explayó: “Nos llega una medida cautelar de un juez, que parece no tener toda la información, que nos dice que no podemos despedir a nadie ni tomar otra gente”. Y criticó el rol del Poder Judicial: “‘Bueno, fundite’ te dicen. Esa es la ecuación. No les importa”.
Finalmente, habló de la posibilidad de vender la empresa ante la imposibilidad de producir. “No sería una decisión mía. Sería una decisión familiar. La empresa es como un hijo. Si pensáramos con la cabeza en frío, la verdad que sí. Lo más razonable sería vender”, planteó.
“La realidad es que no le tengo miedo a los aprietes. Quizás debería. Pero le tengo más miedo a fundirme a que se pierda la fuente de trabajo. Somos responsables por el personal que está trabajando, que se merece toda nuestra dedicación. Es por lo que estamos tratando de reconstruir la empresa”, concluyó.