La caída de ventas provocada por las derivadas económicas de la pandemia se ha llevado por delante una quesería de Bóveda. Se trata de la fábrica que comercializaba sus productos con la marca Xabelo y que empleaba a seis personas. La empresa fue declarada en concurso de acreedores a principios del año pasado y acabó entrando en un proceso de liquidación y extinción que se consumó hace unos días.
La empresa Xabelo Lácteos, propietaria de la quesería de Bóveda, formaba parte de un grupo empresarial con sede en Chantada y del que forman parte también una empresa compradora y comercializadora de leche y otra de transporte de este mismo producto. Estas otras dos firmas, que se llaman Hermanos López y Lácteos Xabelo Transportes, continúan con su actividad. A la compra directa de leche a los ganaderos y a su transporte no les afectaron las mismas circunstancias que acabaron provocando el cierre de la quesería.
José Manuel López, uno de los propietarios de la quesería y de las otras dos empresas, admite que la fábrica de Bóveda arrastraba ya algunos problemas, pero que los cambios provocados en el mercado por la pandemia acabaron siendo un obstáculo insuperable. La quesería, explica, tenía una parte importante de su mercado en la hostelería y en los vendedores de las ferias. Los dos se cuentan entre los sectores más directamente golpeados por la crisis económica causada por el covid-19, así que la fábrica de Bóveda vio drásticamente recordadas sus ventas en los últimos dos años. «O ano 2020 foi moi mal en vendas pola crise do covid —explica José Manuel López—, así que aproveitando que remataba o contrato de aluguer das instalacións de Bóveda decidimos pechar a empresa».
El juzgado mercantil de Lugo aprobaba el 1 de febrero del 2021 la declaración de Lácteos Xabelo en concurso de acreedores. Los propietarios de la empresa lo habían solicitado ante las dificultades con las que se encontraban para pagar las deudas que acumulaban, una situación agravada por la caída de las ventas. En ese momento se abría un procedimiento que concluyó el 15 de noviembre del año pasado con una declaración judicial de extinción de la empresa, una decisión que se hizo oficial el pasado 19 de enero.
Con la perspectiva del fin de la pandemia, los factores que recortaron los ingresos habituales de la fábrica de Bóveda ya no parecen tan amenazantes, pero aún así los dueños de Xabelo no contemplan por ahora volver a esta actividad. Puede que las ventas se recuperen, pero ahora hay otros problemas a tener en cuenta. «En realidade —apunta José Manuel López— eu diría que tivemos sorte de pechar no momento en que pechamos, porque agora as queixerías teñen que afrontar a gran suba do prezo da luz e o encarecemento de materias primas como o cartón ou os plásticos». Por lo que les cuentan en otras queserías, también les consta que por lo general los grandes supermercados no están aceptando pagar más para compensarles a las fábricas el encarecimiento de costes, así que la situación no les anima a volver a intentarlo.
Las empresas de compra directa de leche y de transportes siguen adelante con normalidad
Lácteos Hermanos López y Lácteos Xabelo Transportes mantienen su actividad habitual y no les afecta el cierre de la quesería de Bóveda. Estas dos empresas comparten propietarios con la ahora extinta Lácteos Xabelo, pero su situación es completamente distinta, según recalcan sus propietarios. Lácteos Hermanos López sigue dedicándose a la compra directa de leche a los ganaderos y a su posterior comercialización y tiene a tres personas en plantilla. En cuanto a Lácteos Xabelo Transportes, se dedica al transporte de leche en camiones, dispone de una flota de 26 vehículos y tiene una plantilla formada por 29 trabajado