La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos ha informado de que se han detectado restos del virus de la gripe aviar en muestras de leche pasteurizada que han analizado, en medio de la preocupación por la reciente propagación del virus entre las vacas lecheras en varios estados del país.
Aunque la presencia de estos restos virales fue confirmada, la FDA enfatizó que el material está inactivado y que no representa un riesgo para los consumidores. “Hasta la fecha, no hemos visto nada que pueda cambiar nuestra evaluación de que el suministro comercial de leche es seguro”, declaró la agencia en un comunicado.
Este anuncio llega aproximadamente un mes después de que se detectara el virus de la influenza aviar en vacas lecheras en al menos ocho estados, con un total de 33 rebaños afectados según el Departamento de Agricultura. Aunque no se especificó el número exacto de muestras analizadas ni su procedencia, la FDA ha estado analizando muestras de leche tanto durante el procesamiento como en las tiendas de comestibles.
Según Lee-Ann Jaykus, microbióloga emérita de alimentos y viróloga de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, la PCR utilizada por la FDA puede detectar material genético viral incluso después de que el virus vivo haya sido eliminado mediante pasteurización o tratamiento térmico.
Por su parte Matt Herrick, portavoz de la Asociación Internacional de Alimentos Lácteos, reafirmó la seguridad del suministro comercial de leche en Estados Unidos, asegurando que las regulaciones de tiempo y temperatura para la pasteurización garantizan su inocuidad. Además, destacó que los restos del virus no tienen impacto en la salud humana.
A pesar de la detección del virus H5N1 en ganado lechero, los estudios sobre los efectos de la pasteurización sobre este virus aún no han sido completados, según funcionarios de la FDA. No obstante, investigaciones anteriores sugieren que es probable que la pasteurización inactive virus sensibles al calor como el H5N1.
La confirmación del virus H5N1 en vacas lecheras se dio en marzo, después de semanas de informes sobre una enfermedad que afectaba a vacas en Texas, causando letargo y una reducción dramática en la producción de leche. Aunque este virus es letal para las aves comerciales, la mayoría del ganado infectado parece recuperarse en dos semanas, según los expertos.
Hasta el momento solo dos personas en Estados Unidos han sido infectadas con la gripe aviar. El más reciente fue un trabajador lechero de Texas, que estuvo en contacto cercano con una vaca infectada, y que desarrolló recientemente una infección ocular leve de la que se recuperó.
En 2022, un recluso en un programa de trabajo se contagió mientras mataba aves infectadas en una granja avícola de Colorado, presentando como único síntoma fatiga y recuperándose posteriormente.