En EEUU saltaron todas las alarmas, el precio del suero lácteo ha bajado un 20% en lo que va del año, pero el permeado ha caído hasta la mitad del valor que tenía en enero 2019 y la proyección para los próximos meses no es alentadora.
China ha reducido hasta en un 50% la población de cerdas, lo que llevado a alimentos, podría significar 150.000 toneladas métricas menos de consumo del sector porcino chino, el más demandante del mundo.
Pero lo que es malo para algunos, puede no serlo para otros.
Los temores de los productores norteamericanos se agravan porque a la baja de la demanda se suma la guerra comercial, que ha llevado a los chinos a buscar mercados alternativos para sus compras.
Sin embargo la mirada a largo plazo no es tan desalentadora, Mary Ledman, estratega global de lácteos en Rabobank, cree que en un futuro esta coyuntura puede resultar positiva, en tanto que la demanda también podría aumentar a partir del año próximo, ya que es probable que la industria porcina de China se consolide, alejándose de las granjas más pequeñas.
Es probable que esas grandes instalaciones sean mejor administradas por profesionales que aumenten la cantidad de productos lácteos en su ración de alimentos, acercándola a la cantidad utilizada en el resto de los países.