El alemán Mauricio Franck fundó una colonia en Santa Fe hace exactamente 153 años. La bautizó con su propio apellido. Ahí mismo, un grupo de colonos suizos que se dedicaban a la lechería conformó una cooperativa y poco después se lanzaron a industrializar su producto. Milkaut, la marca que crearon en 1936, llegó a convertir en el cuarto jugador del negocio lácteo en la Argentina, pero una crisis millonaria la llevó a manos francesas.
La localidad nació oficialmente en 1870 cuando Mauricio Franck firmó un contrato de colonización con Ricardo Foster y el gobierno de Santa Fe para quedarse con un terreno de 14 kilómetros. En ese espacio se asentaron inmigrantes italianos, franceses y suizos.
Al principio, estos colonos se dedicaban a cultivar trigo y maíz, sin embargo un ataque de langostas y la sequía de comienzos del siglo XX los llevaron a virar hacia la lechería. Con los primeros tambos también aparecieron nuevas sociedades y en 1925 un grupo de 29 productores creó la Asociación Unión de Tamberos (AUT).
Del tambo a la Industrialización
Al año siguiente abrieron una cremería en Las Tunas, Santa Fe, para avanzar un eslabón en la cadena. Ahí separaban la crema de la leche y la enviaban en ferrocarril a la capital provincial. Después abrieron otra en Las Colonias. Y en 1936 vieron la necesidad de crear una marca para tener una identidad propia y, de esta manera, nació Milkaut (de la unión de la traducción de leche, en inglés, y las siglas de la cooperativa).
La crema se convirtió en su fuerte y en los 50 llegaron a operar 22 cremerías. En la década siguiente armaron un complejo industrial y se expandieron con la compra de una quesería.
Milkaut, manejada por AUT, logró una base de clientes en el interior, en particular en Santa Fe. A su vez, las exportaciones protagonizaban buena parte de sus ingresos. Durante su esplendor llegó a ser la cuarta empresa del sector lechero por detrás de Mastellone, Molfino y SanCor. Incluso intentó fusionarse sin éxito con la firma nacida en Córdoba.
La danza de los compradores
En los 90 le puso color al negocio. El sector estaba acostumbrado a las botellas y sachets blancos de la mayoría de las lácteas, no obstante Milkaut decidió innovar y lanzó envases azules. Esto dio paso a un renacimiento más colorido de las góndolas de los supermercados.
Pero en esa misma época la compañía contrajo una deuda con la Corporación Financiera Internacional que, más de una década más tarde, se convertiría en una mochila difícil de llevar. En mayo de 2010, 200 socios de AUT aprobaron la moción de venta de la mayoría accionaria de Milkaut ante la imposibilidad de afrontar un pasivo que superaba los u$s 55 millones.
AUT ya no era la única participante en el capital accionario de la firma en ese momento. Los fondos Latcap y Patagonia habían comprado un 24% en 2000, esta parte luego pasó a manos del holding chileno Bethia y en 2006 fue adquirido por la francesa Bongrain (hoy Savencia), dueña de las marcas Adler y Santa Rosa.
Los interesados eran varios. Los Werthein, Vicentín, Pegasus, Louis Dreyfus y Adecoagro se presentaron a la contienda, pero en septiembre de 2010 se cayó la operación. Los acreedores no aceptaron el plan de pago de los potenciales compradores. Finalmente Bongrain, que al principio no se había mostrado interesada, pasó a ser el dueño de Milkaut en diciembre de ese año.
Actualmente, la empresa está 11° en el ranking de industrias lácteas, según las estimaciones del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA). Milkaut recibió alrededor de 660.000 litros de leche diarios entre junio de 2021 y julio de 2022 con un 2,1% de participación total.