Al cabo de año y medio ya se pueden ver los resultados: lograron 98 % de automatización, redujeron en 30 % los residuos y en el mismo porcentaje el uso de combustibles fósiles. También ampliaron la capacidad de producción y construyeron nuevas oficinas y un galpón de producción amigables con el ambiente, que incluso ganaron un premio al ornato.
Álex Escudero, gerente comercial de La Holandesa, explicó que hace dos años empezaron el proyecto con Produbanco y fueron la primera empresa en conseguir este tipo de créditos con fondos del BID, con una tasa de interés menor en al menos un punto frente a otras del mercado.
Escudero contó, además, que durante varios años han estado trabajando en buenas prácticas en su empresa. Un ejemplo de ello es el proceso de abastecimiento de la materia prima que son 100 000 litros diarios de leche. La empresa lo hace directamente de 70 haciendas.
Sus proveedoras deben cumplir con ciertos estándares como tener un ordeño mecánico, tanques de frío para refrigerar la leche y cumplir con buenas prácticas agrícolas. Además cuentan con un equipo de tres personas que se encargan de apoyar a las haciendas en su productividad.
Y tienen un plan denominado Vacas Felices, a fin de que todas sus haciendas en algún momento sean calificadas con esta categoría. Mientras eso sucede, la empresa puede garantizar que sus vacas no son maltratadas y están sanas.
Las líneas verdes se entregan para financiar proyectos que promuevan el uso sostenible de los recursos naturales renovables, la protección del medioambiente y la competitividad. Según el BID, estos proyectos deben contar con la revisión y verificación de especialistas que validen un beneficio real con el ambiente.
Santiago Vicencio, especialista en líneas verdes de Produbanco, explicó que La Holandesa calificó para dos categorías de sostenibilidad y por ello se le dieron los recursos.
El banco empezó con los productos “verdes” (amigables con el ambiente) en agosto de 2016. Este tiempo se han fondeado desde varias fuentes: multilaterales como el BID y el Banco de Desarrollo Holandés, y depósitos de cuentas también denominadas verdes.
Hasta el momento el Banco ha colocado unos $150 millones, de los cuales $70 millones llegaron de multilaterales.