La industria láctea está trabajando al máximo rendimiento con el objetivo de garantizar el abastecimiento de alimentos de primera necesidad a la población en el actual estado de alarma decretado ante la crisis del coronavirus. Un escenario que ha provocado que el consumo de leche se dispare un 20%.
El aumento no pone en peligro el suministro de este producto de primera necesidad, ya que se está operando con hasta cuatro turnos diarios de producción los siete días de la semana en las fábricas del sector lácteo.
«Todas las operaciones funcionan como un reloj y al máximo rendimiento, con el objetivo de asegurar que los estantes de leche, producto lácteos y expositores de frío se mantengan totalmente abastecidos», afirma Luis Calabozo, director general de Federación Nacional de Industrias Lácteas (FeNIL).
Aceleración del proceso
Asimismo, este crecimiento ha conseguido que se agilice el ritmo de la actividad en los diferentes centros de trabajo. «Hemos logrado acelerar la recogida del producto y la transformación del mismo, ya que las fábricas están trabajando las 24 horas los siete días de la semana», asegura el director de FeNIL.
Además, afirma que «todos los trabajadores de la industria, junto con el resto de colectivos de la cadena como los ganaderos, los recogedores de leche o los transportistas están realizando un gran esfuerzo para cumplir con este compromiso con la sociedad».
El sector lácteo ha recordado la importancia de mantener abiertos de manera preferencial todos los canales para el aprovisionamiento a nivel europeo de materiales de envases y otros elementos que garanticen la continuidad de la cadena de suministro en el sector lácteo.
Ante la situación que ha desencadenado el coronavirus, FeNIL ha asegurado que está en contacto permanente con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que dirige Luis Planas, y con el Gabinete de Crisis del Gobierno para resolver cualquier dificultad con la máxima celeridad.
La leche: esencial en tiempos de coronavirus
La Comisión Europea ha encuadrado la leche y los productos lácteos entre los productos perecederos «esenciales” durante la crisis del coronavirus. De ahí que las compañías del sector hayan reforzado la cadena de producción y distribución, doblando sus esfuerzos.
Calabozo asegura que uno de los motivos por los que el coronavirus ha provocado que se produzca un incremento en el consumo de leche es que “este producto se puede almacenar fácilmente y no es perecedero”.
Además, según los expertos, los lácteos son un alimento vital en una dieta saludable que aportan proteínas de alto valor biológico, ácidos grasos esenciales, siendo de este modo la principal fuente de ingesta de calcio en la alimentación europea.
Los trabajadores de las fábricas de leche españolas están trabajando con equipos de seguridad adecuados como mascarillas y guantes, con el objetivo tanto de garantizar tanto la seguridad del personal como la seguridad de higiene alimentaria.
Por otro lado, asegura que el cierre de más de 300.000 bares, restaurantes y cafeterías en España ha dado un respiro al sector a la hora de garantizar el abastecimiento a todos los hogares españoles.