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7 Ago 2025
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7 Ago 2025
Justino Zavala cuestiona la actitud sindical ante el difícil momento que atraviesa la cadena lechera uruguaya.
La industria láctea uruguaya en tensión

El productor Justino Zavala cuestiona la falta de comprensión de la industria procesadora hacia las dificultades de los productores lecheros en el país.

El sector de la ganadería lechera en Uruguay vive un momento de gran tensión. El productor Justino Zavala ha emitido una dura crítica hacia el gremio de la industria láctea procesadora, a quien acusa de estar desconectado de la realidad que enfrentan los productores y las empresas. La crítica surge a raíz del conflicto por el cierre de la planta de Conaprole en Rivera, un tema que ha exacerbado las divisiones en un momento ya delicado para el sector.

Según Zavala, la raíz del problema es una falta de comprensión fundamental por parte del sindicato. El productor argumenta que los trabajadores parecen creer que las decisiones de las empresas, como los despidos o cierres de plantas, se toman por capricho o para aumentar las ganancias, sin entender las presiones económicas reales. En el caso de la planta en Rivera, Zavala explica que el cierre es una consecuencia lógica de la escasa oferta de leche cruda y del descenso en el consumo de productos como la leche pasteurizada, lo que hace inviable su operación.

El productor también lamenta la falta de disposición del gremio para negociar soluciones alternativas. La empresa, según Zavala, ha propuesto la reubicación de los trabajadores en otras unidades en el sur del país, una opción que el sindicato ha rechazado. Esta falta de flexibilidad, sumada a las medidas de fuerza como los paros, no solo agrava la situación de los empleados afectados, sino que también perjudica directamente a los productores lecheros, que sufren las consecuencias en la recolección de su leche y en la logística de la cadena de valor láctea.

La situación pone de manifiesto la difícil encrucijada en la que se encuentra la industria lechera uruguaya. Los productores lecheros enfrentan costos crecientes y una rentabilidad ajustada, mientras que las empresas buscan optimizar sus operaciones para mantenerse competitivas. El conflicto en Conaprole es un claro ejemplo de la tensión entre la necesidad de la empresa de ser eficiente y la preocupación social por el empleo y la sostenibilidad de las comunidades rurales.

En resumen, las declaraciones de Zavala son un llamado urgente al diálogo y a la pragmática en el sector. Su perspectiva destaca la importancia de que todos los actores de la cadena agroalimentaria reconozcan y entiendan los desafíos mutuos para poder construir soluciones viables. El futuro de la producción lechera en Uruguay dependerá de si se puede tender un puente entre la realidad de los productores y la visión de los gremios industriales para asegurar la viabilidad a largo plazo.

Fuente: La Mañana

 

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