Muchos gremios de nuestra ciudad han planteado complicaciones, pérdidas de fuentes de trabajo, la pandemia complicó a muchos, no ha sido así el panorama que le presentó a LA RAZON, Jorge Manfrín, el conductor del sindicato local de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina.
En ocasión de la convocatoria a los afiliados para recibir los bolsones con productos navideños, un cronista de nuestro diario, estuvo en la sede gremial de la avenida Sóárez para entrevistar a quien ha logrado ganarse el respeto de sus afiliados, que lo ratifican año tras año en la conducción de la seccional de ATILRA, además del reconocimiento nacional del secretario nacional Tim Ponce.
-Tradicional entrega de bolsones navideños a los afiliados…
-La verdad que sí, como todos los años, venimos cumpliendo con los afiliados, ellos se lo merecen. Y a pesar de que ha sido un año difícil para todo el mundo, en nuestro sector lechero, no nos podemos quejar.
Este año se han incorporado una suma importante de afiliados, aparecieron en el mercado nuevas fábricas, otras que se pusieron al día con las deudas, no nos podemos quejar desde el punto laboral. Lógicamente empañado por la pandemia, que nos ha llevado compañeros, gente conocida, amigos. Lamentablemente es la ley de la vida, tenemos que seguir cuidándonos, porque este virus está instalado, debemos ser responsables y cuidarnos.
-Al margen de la pandemia, es gratificante saber que los trabajadores de la industria lechera tuvieron un año positivo, cuando desde otros gremios el panorama no fue tal.
-Nosotros no nos podríamos quejar desde el punto laboral, sería egoísta de nuestra parte. Es cierto que vemos alrededor que el panorama es muy duro, difícil, han cerrado muchos negocios, algunas fábricas. Pero los trabajadores de la lechería no debemos ser negativos, repito, al margen de la pandemia.
-¿Qué pasó este año para que esto ocurra?
-No sé decirte, porque con quien conversas, se queja de que bajaron las ventas, que se tuvieron que gastar los ahorros, para todos está difícil, pero en la industria lechera no pasó eso, al contrario, no se cayó en ningún momento del año.
-Así que elevarán las copas para celebrar un año sin problemas laborales
-Considero que será así. Como siempre lo digo, tenemos que hacer un alto en la huella, mirar para atrás, para el costado. Porque debemos valorar lo que tenemos, pero, para valorarlo, tenemos que mirar hacia atrás, ver dónde estuvimos, qué sufrimos. Generalmente el ser humano, haciendo pasos hacia adelante, se olvida de lo que vivió.
Un alto en la huella hay que hacerlo siempre, no nos olvidemos de donde vinimos, por quien estamos y nos mantenemos acá, que en mi caso es por los afiliados.
-Si bien la lechería está muy acostumbrada a la higiene, qué pasó con los protocolos del COVID. Por las informaciones recibidas, no han tenido demasiados problemas.
-Cada fábrica lo ha manejado a su criterio, es cierto que siempre hubo mucho rigor en la higiene por la materia prima que manejamos. Hemos tenido muy pocos compañeros infectados, se nota que las empresas están haciendo las cosas bien, con respeto mutuo. De todas maneras los inspectores salen a controlar, y no se han conocido inconvenientes, al menos hasta ahora, se están cuidando uno con otro, porque la pandemia sigue, no debemos olvidarnos.
-¿Qué esperas para el 2021?
-Espero que esta pandemia se vaya, que la vacuna llegue para todos y sea efectiva. Que todos los comercios puedan reabrir sus puertas, que la gente no pase tanta necesidad como sabemos que está pasando.
A veces, por dentro, uno siente ese dolor de ser humano, de colega, de compañero, de amigo, que disfruta del sueldo seguro que cobra cada mes, cuando otro no puede llevar el pan a la mesa de su familia. Si te ponés la mano en el corazón, duele.