La crisis lechera es resultado de factores coyunturales y estructurales. La coyuntura está marcada por la caída del precio al productor, superior al 16% en 17 meses, el aumento real del precio al consumidor del 82,8% entre 2021 y junio de 2024, con el consecuente desplome del consumo, de 18 litros per cápita.
Las importaciones agravan la crisis. A junio se importaron 34.000 toneladas de lácteos, equivalentes a 293 millones de litros, casi un mes de acopio que se compra principalmente a subsidiados ganaderos estadounidenses, a partir de un TLC con cupos crecientes de importación sin arancel hasta 2026, cuando se libera el comercio de lácteos.
Por ello, el Ministerio de Comercio investiga la importación de leche en polvo subsidiada desde USA, para la eventual imposición de derechos compensatorios para evitar el daño causado a la producción lechera, probado por el ministerio en 2021, a raíz de la solicitud de salvaguarda presentada por Fedegán, que no resistió la presión de otros sectores que se verían afectados por mecanismos retaliatorios.
El poder sanador de la palabra
No obstante, en este caso Colombia, como país afectado, puede imponer medidas compensatorias para evitar el daño, aunque Asoleche, y el gremio exportador de lácteos de Estados Unidos, USDEC, se unieron contra toda medida que afecte sus intereses comerciales.
Esta coyuntura se suma a los factores estructurales. 1) Alta producción – poco acopio: en 2023 se produjeron 7.097 millones de litros y la industria acopió el 47%. 2) Muchos vendedores – pocos compradores: 350.00 ganaderos y solo 10 empresas compran el 54% del acopio formal. 3) Bajo consumo: con 162 litros per cápita en 2021, el consumo cayó a 147 litros en 2023, con alto subconsumo en la población más necesitada.
De estos factores se derivan varias conclusiones: 1) Más de la mitad de la producción, la de los pequeños productores, se vende en la informalidad a precios de infamia. 2) La industria ostenta posición dominante frente a los ganaderos. 3) Es urgente fomentar el consumo, sobre todo en las clases populares, para reparar la inequidad e incrementar el acopio formal. 4) Se requiere ampliar la infraestructura de pulverización, para procesar en periodos de alta producción y conservar para los de escasez.
Esta grave combinación de factores, que afecta a 350.000 ganaderos, en su mayoría campesinos minifundistas, motivó la carta que envié a los ministros de Agricultura y Desarrollo Rural y de Comercio, Industria y Turismo, pues no se trata solo de producir o importar más o menos leche, sino del equilibrio social del campo, afectado por la violencia y el abandono; se trata de la paz rural, comienzo y condición de la paz de Colombia… la paz de ahora y siempre.
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