En la actualidad, la industria láctea es un potente motor de crecimiento económico y un pilar fundamental de la salud nutricional. Globalmente, aproximadamente 150 millones de hogares se dedican a la producción de leche, contribuyendo a las economías locales y nacionales. La industria láctea no sólo apoya la sostenibilidad de las zonas rurales, sino que además juega un papel significativo manteniendo la estabilidad económica de estas comunidades.

Con una valoración global de 944.000 millones de dólares en 2023, la industria láctea está proyectada a crecer hasta 1,3 billones de dólares para 2030, con una tasa de crecimiento anual compuesta cercana al 5 %. Este sector sigue siendo una fuerza clave en la promoción de la sostenibilidad y la resiliencia alimentaria, contribuyendo con más de 950 millones de toneladas métricas de leche producidas a nivel mundial el año pasado.

El informe, que a nivel nacional contó con la participación de Alpina, revela un panorama transformador para esta industria, que está adaptando sus estrategias para enfrentar desafíos críticos como el cambio climático, la escasez de mano de obra y las fluctuaciones de precios.

José Luis Cabañero, fundador y CEO de Eatable Adventures, comentó: «El informe refleja nuestra visión de un futuro impulsado por la tecnología en el sector alimentario, donde la innovación no sólo impacte positivamente en el planeta, sino que también fomente las mejores prácticas de la industria y beneficie a los consumidores. Los líderes del sector deben asumir un papel activo en la producción del futuro en lugar de limitarse a observar».

India: líder en producción y consumo de leche en el mundo

El queso es quizás el derivado lácteo más conocido y consumido a nivel mundial. Su popularidad ha crecido no solo en los países occidentales tradicionales, sino también en nuevas regiones emergentes. Según el informe, más del 80 % de la población mundial consume regularmente productos derivados de la leche, y el queso ocupa un papel crucial en las dietas diarias de millones de personas.

En 2023, la producción de leche a nivel global superó los 950 millones de toneladas métricas, y gran parte de esa leche fue destinada a la fabricación de quesos. destacando la preferencia por productos lácteos más procesados en los países de altos ingresos. Los mercados europeos y norteamericanos son líderes en el consumo de queso, con cifras que muestran una demanda creciente a medida que las dietas globales adoptan cada vez más productos lácteos.

India lidera la producción de leche, aportando el 24 % del total mundial, seguida de cerca por Estados Unidos. Cabe destacar que China ha aumentado su producción de leche en nueve millones de toneladas métricas durante la última década, lo que refleja una tendencia creciente en los países del este de Asia tradicionalmente conocidos por un menor consumo de productos lácteos.

En términos per cápita, el consumo mundial promedio de productos lácteos se sitúa en 110 kilogramos anuales, y los derivados representan el 81 % de este consumo. En los países de ingresos bajos y medios, los productos lácteos frescos representan más de dos tercios del consumo medio. Por el contrario, los consumidores de los países de ingresos altos muestran una preferencia por opciones lácteas más procesadas, lo que muestra diversos patrones de consumo en diferentes tramos de ingresos.​

La India también es líder en consumo, con unas notables 87 millones de toneladas métricas de leche de vaca registradas en 2023. Esta cifra es significativamente superior a los 23 millones de toneladas de la Unión Europea, los 20 millones de t de EE. UU. y los 16 millones de t de China. El consumo sustancial en la India subraya el papel fundamental de los productos lácteos en los hábitos alimentarios y la estabilidad económica del país. ​

Desafíos climáticos y su impacto en la producción de derivados

A pesar de las perspectivas optimistas, el sector de los derivados lácteos enfrenta desafíos considerables, siendo el cambio climático uno de los principales. Los cambios en los patrones climáticos afectan directamente la producción de leche. Las temperaturas elevadas provocan estrés térmico en las vacas, lo que reduce la producción de leche y afecta la calidad del producto.

Además, la industria enfrenta el reto de reducir su huella de carbono. Los productos lácteos son responsables de alrededor del 4 % de las emisiones antropogénicas de gases de efecto invernadero a nivel global . Las iniciativas para mitigar estos efectos incluyen la adopción de prácticas más sostenibles, como el manejo adecuado de los desechos y la mejora en la eficiencia de los procesos de producción.

A pesar de estos desafíos, la industria láctea sigue siendo un pilar vital de la seguridad alimentaria, la nutrición y el bienestar general a nivel mundial. Mientras la industria navega por estas complejidades, sigue siendo fundamental para abordar las necesidades apremiantes de una población mundial en crecimiento. El futuro de los productos lácteos radica en equilibrar el crecimiento de la producción con prácticas sostenibles, asegurando que este sector esencial continúe alimentando a miles de millones de personas en todo el mundo.