Los representantes de los tamberos de la zona que nuclea la producción lechera argentina advierten sobre la disminución del nivel de actividad y la consiguiente extinción de explotaciones.
La Mesa de Productores Lecheros Santafesinos MeProLSaFe anticipó ya en la primera edición del programa Dólar Soja, que los constantes desaciertos del gobierno a los que ahora se suma la  histórica sequía, profundizarían aún más la crisis en el sector.

La macroeconomía que viene desarrollando el gobierno atrasa decisiones de inversión y genera retracción en el sector, pero la leche no dejará de fluir, porque estamos ante un fenómeno de concentración, y no de disminución de la producción. 

Sí, la sequía hará que se demore la producción el año que entra, porque algunas reservas van a llegar más tarde, debido al retraso en el plantío de maíz, afectando a tambos confinados y pastoriles, pero que el mercado, finalmente, acomodará. 

Hay alarma porque la desaparición de los tambos más pequeños, ocasionaría una merma en la producción y la consecuente falta de leche y todos sus derivados en las góndolas de los supermercados. Sin embargo, no va a faltar leche, porque las explotaciones no desaparecerán, sino que serán absorbidas por otras mayores. Habrá menos tambos, más grandes, que producirán la misma cantidad de leche. 

El sistema de producción hoy exige una escala más alta, lo que se traduce en que algunos productores tengan que dejar el negocio, tal como lo vienen desarrollando, y otros se agranden. Pero la lechería no se extinguirá, sino que deberá adaptarse a los tiempos cambiantes.

El gobierno necesita reservas para poder cumplir con los compromisos internacionales de deuda, y arroja sobre las espaldas de los productores, medidas que no contemplan los daños que ocasionan. 

La implementación del programa Dolar Soja, la transferencia de ingresos a las exportadoras de granos, grandes productores agrícolas y propietarios de la tierra, alcanza de lleno a los pequeños productores, saca del juego y deja tambaleando a todas las actividades dependientes de los granos, y que además alquilan las tierras que trabajan. 

MeProLSaFe pronostica que, el combo climático y político, traerá en los próximos meses una estrepitosa caída de la producción láctea, tendiente a la escasez de productos elaborados y a la desaparición de gran cantidad de tambos y productores lácteos. Pero en cuanto a lo político, no hay nada nuevo bajo el sol …Es la sequía lo que más se va a sentir.

La entidad no sólo vaticina momentos complicados, sino que propone acciones concretas para evitarlo y equilibrar las necesidades del gobierno con las de los productores: el gobierno debe ayudar a los más pequeños, mediante compensaciones de precio de leche cruda en tranquera, con financiamiento a tasas bajas y plazos prolongados, y modificando la estructura de costos.

Dicen que, si estas alternativas no se implementan, o son contempladas a destiempo, muy pocos tambos subsistirán al desequilibrio económico y la extrema sequía, y habrá escasez de productos elaborados para el año que viene. Los precios se dispararán e impactarán en el costo de la canasta básica, agravando además la inflación. 

 

? Paralelismos…

 

De todo esto ya habían hablado en septiembre, en diversas reuniones con funcionarios, cuando la desesperada medida Dolar Soja fue una novedad, y prometía ser única e irrepetible, e hicieron propuestas que están todavía vigentes. Las respuestas prometidas aún se hacen esperar.

Consumir lácteos hace bien, pero producirlos es cada vez más complejo, y exige cambios en el pensamiento y la infraestructura del productor. La leche no dejará de fluir, pero las políticas macroeconómicas fuerzan a los lecheros a repensar el negocio. 

 

Valeria Guzmán Hamann

EDAIRYNEWS

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