La leche en polvo entera, principal producto de exportación de la cadena láctea argentina, sumó este martes otra mala noticia a un contexto complicadísimo para el agro en este año.
Hace un año, una de las subastas quincenales del Global Dairy Trade (GDT) había arrojado el mejor precio para la tonelada desde 2014: U$S 4.757.
Pero desde entonces, comenzó a transitar un camino descendente que se terminó transformando en un tobogán: el último remate, realizado este martes, cerró con un valor apenas por encima de los U$S 3.000.
Significa una caída del 5,2% respecto a la compulsa de precios anterior y, de acuerdo con el informe respectivo elaborado por el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), se trata del valor más bajo desde octubre de 2020 y se acerca a los pisos cercanos a U$S 2.500 de 2018.
En un año complicado en general para el sector agropecuario, y crítico en particular para la lechería, esta noticia no hace más que complicar el contexto.
Vale recordar que, después de los granos, la carne vacuna y la pesca, el complejo lácteo es la cadena agroindustrial que más divisas genera, y la leche en polvo entera es su principal producto de exportación.
Que se reduzca el valor internacional provoca, además, que las usinas pierdan capacidad de pago de la leche en tranquera, agravando el panorama muy difícil que viven los tambos.