SUCILÁ. — La lechería, actividad que dio identidad a esta comunidad por décadas, no vive sus mejores momentos por el casi nulo apoyo que reciben los productores, de acuerdo con expresiones de algunos de ellos.
El número de ganaderos que se dedicaba a la actividad se ha reducido en menos de un 50%, pues de los 74 socios que conforman la Asociación de lecheros en Sucilá solo 36 productores están activos.
Otra causa del abandono de la actividad, indican, es el bajo precio que alcanza el litro de la leche.
La leche fresca en Yucatán, más barata que un refresco
La situación es tan grave, refieren, que un litro de la leche de vaca, un producto que no contiene químicos ni conservadores, se paga en los centros de acopio en menos de la mitad de lo que cuesta un refresco de cola de la misma capacidad: $9.
Un refresco de cola de la marca más popular en la actualidad, en envase de vidrio retornable, cuesta $19 y en plástico desechable, $22.
Es decir, para que un litro de leche de vaca cueste lo mismo que un refresco de cola, tendría que aplicársele un aumento de 111% o un poco más, algo que no pagarían los centros de acopio.
Los 5 mil litros de leche que se producen diariamente en la cuenca lechera son vendidos a los tres centros de acopio que tiene el municipio, que son “El Chaparral”, “El Veracruzano” y “La Guadalupana”, para la elaboración de derivados.
Aumento poco significativo a la leche en Yucatán
Aunque el precio de la leche ha subido en el último año pasando de 7 a 9 pesos, sigue estando barato para los productores, pues indican que es más el esfuerzo y el empeño que le dedican que lo que perciben en ganancias.
El productor lechero Mario Sel dice que la actividad ya no es como antes pues no se dan apoyos de pie de cría ni de infraestructura como ocurría en la época de Víctor Cervera Pacheco.
Indica que para los pocos que todavía mantienen sus vacas lecheras es por amor a la actividad y unos más como él mantienen otro tipo de animales para poder mantenerse vivos.
José Miguel Moreno Monforte, líder de los lecheros señala que lechería es rentable pues salen con los gastos que genera la actividad y les da para vivir.
Sin embargo, reconoce que ya no es como antes pues la pandemia y el pago de mantenimiento han ocasionado que varios socios hayan abandonado la actividad.
Precisa que la única ventaja es que el precio no ha decaído y se ha mantenido en 9 pesos pues anteriormente estaba en 6 pesos.
En cuanto a los 50 centavos de subsidios que les daba el gobierno, dice que desapareció, pero se los dan de otra forma que perciben periódicamente, y son los insumos agrícolas como alimentos para el ganado.