El sector pide la vuelta de los reintegros y quita de retenciones para los productos con mayor valor agregado, como los quesos y la leche en polvo. Para la firmas pymes el Gobierno evalúa ofrecer herramientas financieras.

Tamberos de varias cuencas lácteas plantearon al Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca la necesidad de fortalecer de forma urgente la salida exportadora. Las ventas al exterior aumentaron, pero el futuro es incierto, por eso todos los actores de la cadena estiman que serán necesarias medidas concretas para que la lechería cierre un buen 2020.
Según el último informe del Centro de la Industria Lechera (CIL), el consumo local viene en caída desde el comienzo del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio, con mayor fuerza en los yogures bebibles y venta de postres lácteos. La consecuencia de esta situación es la sobreoferta de leche en el mercado interno y un ajuste de precios a la baja, nada bueno para la cadena. Por eso todas las miradas se centran en la exportación.
A esto se debe sumar que en el mundo también habrá mayor leche disponible. Así lo confirma el Rabobank en un informe reciente, donde advierte que los precios tenderán a la baja por “un aumento de producción en las siete principales regiones lecheras del mundo, del orden del 1,3% en el cuarto trimestre de este año, con proyecciones similares a corto plazo”. Un panorama complejo teniendo en cuenta el presente económico global castigado por el covid-19 y considerando un rebrote tal como ocurre en varios países del mundo. Habrá que tener mucha paciencia para que la demanda de alimentos vuelva a los niveles anteriores a la pandemia y a la vez ser muy competitivo para conservar o ganar mercados.
Esta situación preocupa en mayor medida a los tamberos, porque saben que si los precios internacionales caen, la capacidad de pago de la industria por litro de leche también lo hará y eso afectará directamente su rentabilidad. Esta es la razón por la cual solicitaron una quita de retenciones -fijadas en un 9% para la leche en polvo y en un 5% para los quesos- y la vuelta de los reintegros, que fueron eliminados durante la gestión de Luis Etchevehere en la cartera agroindustrial.
Mientras tanto, en un encuentro reciente entre la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (APYMEL) y el Ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Basterra, del que también participó Arturo Videla, director nacional de Lechería, el Gobierno propuso dinamizar el crecimiento de la actividad y centrarse en la capacidad exportadora, ya que en un contexto en el que se necesitan dólares la lechería también podría aportarlos.
Matías Pelufo, presidente de Caprolecoba, una entidad que firmó el documento y que agrupa a los tamberos de la cuenca oeste de Buenos Aires, aseguró que “hay mayor producción y el mercado interno no puede consumir más de lo que estamos consumiendo, entonces la salida es la exportación”. Según el dirigente rural, “este año la producción viene 8% arriba y la lechería podría aportar ingresos por exportaciones superiores a los 1.000 millones de dólares”.
Los productores creen que en este contexto hay que tomar decisiones ahora para evitar problemas a futuro porque si cae la rentabilidad, la reacción del productor sería menor inversión y una caída en la aplicación de tecnología.
Por ahora se logró evitar la sobreoferta estacional de leche en el mercado interno gracias al impulso que generaron las exportaciones del Mercosur, Argelia, Rusia e incluso China. Esta situación permitió que algunas industrias pudieran dar aumentos a los tamberos en sus liquidaciones.
Fuentes de la cartera agraria a nivel nacional confirmaron que se podrían hacer algunos diferimientos para las retenciones a la leche. Sería un esquema en el que no se obligue a liquidar ahora y se le dé un semestre a la industria para que ese extra se use para invertir en la cadena productiva.
En esta linea, el Gobierno también evalúa ofrecer herramientas financieras para la pequeña y mediana industria para que puedan continuar con las exportaciones de leche en polvo e incluso mejorar la comercialización con grandes mercados, como China, Corea del Sur y México.
La urgencia son los dólares y ante la posibilidad de proveerlos la lechería propone la reducción de las retenciones, porque confía que con decisiones acertadas podría superar los 919,2 millones de dólares exportados en 2019. Además, la industria podría pagar más por litro de leche, algo que permitiría a muchos tamberos salir del quebranto y pasar a un esquema de rentabilidad. El último trimestre será clave para lograr ese objetivo y cualquier error en las políticas podría conspirar contra eso, más aún cuando la baja temporal de retenciones a la soja ya impactó en la relación grano-leche porque la oleaginosa es parte de la dieta de las vacas y eso representa un aumento de costos internos.

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