La última subasta tuvo lugar cuando los productores de lácteos estaban preocupados por el impacto del virus Covid-19 en la economía comercial mundial.
Hasta ahora, los productos lácteos han escapado de los peores efectos, y las últimas cifras muestran una nivelación de la caída de precios durante el último mes.
La analista de lácteos de Rabobank, Emma Higgins, dijo que la modera caída de los lácteos fue inesperadamente positiva, pero advirtió que ese no era el final de la historia. “Me sorprendió gratamente, esperaba ver una disminución mayor”, dijo sobre el último remate de Fonterra.
“Pero cuando realmente profundizamos en los números para ver quién está comprando y quién no, comenzamos a ver el impacto del coronavirus”, alertó.
Higgins dijo que la demanda en el norte de Asia, incluida China, disminuyó un 45% debido al virus. Eso fue compensado por una mayor demanda en el sudeste asiático y Oceanía, incluida Australia. Otro factor fue que se ofrecieron a la venta volúmenes menores de productos lácteos, lo que redujo la oferta y ayudó a mantener los precios.
Higgins añadió que eso se debió en parte al clima seco, dejando varias pasturas de la Isla Norte resecos y menos capaces de ofrecer leche en cantidad, mientras que una sequía prolongada en Australia redujo enormemente la producción en ese país.
La cooperativa lechera Fonterra informó la semana pasada que había manejado el impacto del coronavirus hasta ahora, pero que se estaba observando una desaceleración en los puertos chinos.