Los ganaderos dedicados a la leche han encontrado una nueva piedra en el camino. Al estancamiento del precio de los lácteos se le suma el aumento del coste del combustible y de la luz. Un nuevo hándicap que ha hecho que este colectivo salga a la calle para reclamar que aumente el precio de la leche y así garantizar su viabilidad.
Este viernes se ha convocado una nueva manifestación a nivel autonómico en Valladolid, a partir de las 12:00, para protestar por el bajo precio de la leche y visibilizar el aumento de abandonos en la comunidad. Esta problemática se ha visto más perjudicada por el aumento del precio de la luz, en máximos históricos, y el incremento del precio del combustible. Unos gastos que, según denuncian, se han disparado un 20 por ciento.
La Unión de Campesinos de Castilla y León expone que la conformación de precios del sector, marcado en su opinión por cinco grandes empresas de distribución y otras tantas grandes industrias provoca la «ruina» del colectivo.
La unión se apoya en datos del Observatorio de la Cadena de Agricultura, que sitúa el precio medio de venta de la leche entre los 0,32 y 0,33 euros por litro mientras estima que los costes de producción oscilan los 0,35 euros.
Fuga de ganaderos en León
En León ha disminuido el número de ganaderos vacunos en más de 1.600 desde el 2002, según datos de la Unión de Campesinos. Uno de ellos, Aquilino Escudero, desertó hace tan sólo dos años.
«Antes se vivía con 12 vacas, ahora es imposible con cien», relata este ganadero de Toral de los Guzmanes, que trabaja en otra explotación del municipio desde hace justo dos años.
El precio de la leche se ha mantenido estable durante décadas mientras, según reclaman los profesionales del sector, los costes han aumentado progresivamente. «El pienso está altísimo, yo tenía pocas tierras y fui aguantando pero eché cuentas y los gastos superan a los ingresos».
«Está peor»
Aquilino no es el único en Toral de los Guzmanes que cambió de trabajo. Según relata, otros ocho ganaderos han dejado de trabajar como ganaderos del sector vacuno en los últimos años. Sus previsiones, además, no son optimistas: «Está peor, va a abandonar más gente».
Después de 24 años de trabajo de forma autónoma, ahora trabaja para una explotación ganadera del municipio. Reconoce que, para la empresa, encuentra dificultades en la contratación. «La gente no quiere este trabajo y se fija poca población», lamenta.
Una situación especialmente notoria en la provincia de León, líder indiscutible desde hace décadas a nivel autonómico en número de ganaderos dedicados a la leche.