Muchos ya no se dedican a producir leche, ahora son productores de forraje como alfalfa, maíz, sorgo y en tiempo de frío, pastura de avena y cebada”.
Durante los primeros cinco meses del inicio de la pandemia, hubo una caída en las ventas de la leche producida en la granja del señor Ramón Miranda Martínez, de vender diariamente 240 litros, disminuyó la comercialización a tan sólo 40
El sector lechero en Soledad se encuentra en crisis; los pronósticos no son nada halagüeños, y si antes los productores podían subsistir con lo poco que vendían, con la pandemia ha sido imposible poder sufragar gastos y seguir manteniendo a los animales, por lo cual los pequeños establos tienen el tiempo contado, de acuerdo al entrevistado, quien además es presidente de la Sociedad Cooperativa de Compra en Común Campesinos de Soledad Díez Gutiérrez.
Y es que la leche tiene más de 10 años con el mismo precio, no llega ni a los 7 pesos el litro, cuando pagan cientos de pesos al mes sólo en la pura pastura para alimentar a los animales, sueldos de personas que los ayudan a la ordeña, además de luz, agua y otros servicios.
Esa crisis la vivió el señor Ramón, cuando a mediados del mes de marzo pasado, la lactosa que le venden a la empresa Productos Lácteos San Andrés, la cual se dedica a la elaboración de quesos, mismos que comercializa en ciudades como Monterrey, Nuevo Laredo, Querétaro, Puebla, Ciudad de México, entre otras, dejó de comprarles.
“Cuando llegó la pandemia, de un día a otro nos dejaron de comprar la leche porque las fábricas no tenían pedidos de quesos, como por ejemplo a la que le vendemos nuestra leche, y uno comprende la situación de ellos también”, explicó.
El producto lo comercializaban de 6 a 6.50 pesos el litro de antemano barato, pero con la llegada de la contingencia sanitaria el precio bajó hasta 3 pesos, incluso, la tuvieron también que regalar para no desperdiciarla, “nos fue bien mal”, expresó.
Esta situación poco a poco ha ido mejorando tras la reactivación económica de los diferentes negocios luego de la “nueva normalidad”, que de acuerdo a don Ramón, también la vivieron aquellos que se dedican a la producción de leche como él.
La granja en cuestión se ubica en la colonia La Virgen, a un lado del reabierto módulo de la Cruz Roja Mexicana, ha quedado en medio del crecimiento urbano que ha tenido la parte oriente del municipio.
Y pese lo anterior, en el lugar se cuenta con 23 vacas, un toro y alrededor de 10 becerros, “debería de tener arriba de 50 vacas pero por las condiciones difíciles de la pandemia se ha dificultado la vida, es más cara”, dijo al precisar que él es la tercera generación y sus hijos la cuarta, que se dedican a la crianza de vacas y producción de leche.
“El panorama de nosotros como productores de leche es un desastre, porque somos una actividad incomprendida, una actividad en la que dicen que los que tenemos vacas estamos locos, el trabajo no se valora… no puede ser posible que un refresco cuesta 18 pesos y un litro de leche nos lo pagan a 5.50 o 6 pesos”, lamentó.
Explicó que todo lleva un costo que asumen ellos como productores, desde que nace el becerro se cría, pasan años años para que dé el primer litro de leche “y de ahí ‘pal real’ lo que implica adquirir alimentos, medicinas cuando se enferman, el trabajo de las personas, el terreno para tener a los animales, sembrar alimentos como alfalfa, y sino tiene pues hay que comprar, es un panorama muy triste”, reiteró.
Productores de leche en Soledad
De acuerdo al señor Ramón, presidente de la Sociedad Cooperativa de Compra en Común Campesinos de Soledad Díez Gutiérrez, son 149 socios activos de los cuales un 30 por ciento son productores de leche.
“Ahora con la pandemia muchos ya no se dedican a esto, pero siguen siendo productores de forraje como alfalfa, maíz, sorgo y en tiempo de frío, pastura de avena y cebada”.
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Sin embargo, dijo que en el municipio ya son pocos lo que tienen establos o granjas, algunos de los cuales se ubican en zonas urbanas como la colonia El Morro, y la mayoría en las comunidades Palma de la Cruz, Fracción Rivera, Potrero Adentro, “por el lado de San Pedro hay algunos establos pequeños y nosotros aquí estamos en La Virgen”, comentó.
Señaló que la ventaja que tiene y otros no, es que en tierras de su propiedad tienen sembrado alfalfa y agua para regar los cultivos, “por eso todavía estamos aquí, pero los que se dedicaban a las vacas y tenían que comprar su propia pastura ya no están”, aseguró.
Convenio Liconsa en pausa por pandemia
En febrero de este año, el Ayuntamiento de Soledad, encabezado por el alcalde Gilberto Hernández Villafuerte, en colaboración con productores ganaderos y Liconsa, tenían el proyecto de construir un centro de acopio de leche para incrementar la producción en el municipio.
El proyecto consiste en la construcción de un centro de acopio para el municipio de Soledad, con lo que se planea que Liconsa compre toda la leche que produce Soledad a un buen precio, lo que traerá múltiples beneficios para el campo soledense.
Durante la reunión sostenida con la Asociación Ganadera Local de Soledad de Graciano Sánchez y representantes del Programa de Abasto de Leche Liconsa, el alcalde puntualizó en reactivar la actividad de producción de leche con la participación de ganaderos que cuentan desde una vaca hasta ganado de tamaño importante.
Incluso está la posibilidad de que el Ayuntamiento de Soledad done un predio para la construcción del centro de acopio y Liconsa proporcione los aspectos técnicos, bajo un convenio de colaboración, sin embargo este proyecto se detuvo con la llegada de la pandemia del coronavirus.