Algunos datos sorprenden por lo contradictorios.
Los precios estancados condicionan a la cadena láctea

En lo que va del año, la producción mundial de leche apenas marca una suba muy modesta, en torno al 2%, pero es la Argentina quien se anota la suba más notoria: +9,3%, solo seguida por Australia, con un alza del 5,4%.
La mayor producción responde a una base de comparación un tanto baja (2019) y al impulso de precios que se generó hacia fines del año pasado, para los tambos.
Esa suba se corresponde también con un mayor consumo interno, así como externo. En el plano local, el Balance Lácteo estimado por el OCLA (Observatorio de la Cadena Láctea Argentina), al primer semestre del año sugería un volumen de ventas un 5,5% superior en productos y 2,7% en litros de leche equivalentes respecto a igual período del año anterior.
Los envíos al exterior también entusiasman: +30,1% en toneladas (184.273) y +34,2% en dólares (567,1 millones), entre enero y julio (siempre con datos del OCLA).
Pero, más allá de los números, la cadena cruje. Tanto el eslabón primario como la industria, transitan la interminable cuarentena con números ajustados y muchas dudas. Sólo en julio, el sector industrial tuvo un resultado negativo por $ 794 millones, con una facturación anual que se mantiene por debajo de la inflación: +34,2%, contra un IPC del 42,4%.
Claro que se viene de 16 meses consecutivos con resultados positivos (17 para el sector primario), pero aún así este último sector sufre en los últimos cuatro meses debido al estancamiento de los precios, por lo que el resultado se viene deteriorando (ver cuadro).
Claramente, es el sector pyme el que presenta más deteriorada su capacidad de pago, con un poder de compra de casi $ 2/litro menos respecto al precio promedio. “Se empieza a complicar la rentabilidad del sector primario y se consolida la mala situación de la industria, principalmente las pymes que representan el 40% de la producción”, destacó a A24 Agro Jorge Giraudo, Coordinador del OCLA.

La paradoja del sector lácteo1
Performance de la cadena láctea (OCLA)

Giraudo explica que si bien se ven números positivos, el contexto condiciona a la cadena. “En el caso del consumo aumentó pero primarizado, la gente no consume productos de calidad y sí más productos básicos. La exportación viene bien pero con un precio no tan competitivo, por lo que se exporta barato para colocar la sobre producción. Eso en un entorno de suba constante de costos, insumos en dólares y precios estancados hace tres meses”, marca.
El especialista advierte que la situación “se va a ir agravando”, sobre todo para los tamberos, porque “es probable que los precios sigan estancados y vamos al pico de producción, en octubre, y con una sequía que está afectando mucho”.
A eso se suma el acuerdo paritario, cerrado esta misma semana, que incrementa en un 13,6% al básico a partir de julio, con porcentajes no remunerativos para próximos meses, que arroja una paritaria anual del 27,8%. “No salió conforme absolutamente nadie. Tanto el gremio como las cámaras cedimos en distintas cuestiones”, afirmó a este medio Pablo Villano, presidente de Apymel.
Reclamo tambero
Días atrás, la Cámara de Productores Lecheros de Córdoba (Caprolec) y la Mesa de Productores Lecheros de Santa Fe (Meprolsafe) reclamaron a la Dirección de Lechería de la Nación que la industria eleve de manera “urgente” el precio que paga por el litro de leche cruda.
En julio, el precio promedio pagado a los tambos se ubicó en $ 18,33, lo que significó apenas 0,4% más que en junio y solo 20% por encima de julio de 2019.
Medido en dólares, el valor equivalió a 24 centavos, cifra por debajo de los 30 centavos que se consideran en la actividad como punto de equilibrio para no perder dinero.
La paradoja del sector lácteo2
Precio pagado al productor (OCLA)

“Los valores que cobra el productor hoy no cubren los costos y desde nuestras entidades se lo hicimos conocer al Director de Lechería de la Nación en reunión la semana pasada. Además le enviamos una nota donde lo ponemos en conocimiento de la situación, recalcando que la mayoría de nuestros insumos están dolarizados y esto agrava la situación”, subrayaron.
Para Giraudo es difícil que la cadena pueda avalar una suba, que alcance el precio de equilibrio, porque “las pymes no tienen margen”, pero “sí por ejemplo, el Gobierno podría bajar retenciones, que hoy están al 9%”, sugirió.

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