Culpa de la crisis económica, los incumplimientos y la sequía.

En La Pampa según los tamberos la producción de leche cruda podría sufrir otro derrumbe en 2020, al igual que el 20% perdido en 2019 si el precio al productor no aumenta. La caída tuvo tres ejes: fuertes oscilaciones en el precio, incumplimientos de los acuerdos de las industrias y la emergencia agropecuaria.
Juan José Reyes
La cuenca lechera de La Pampa produjo 131 millones de litros anuales de los cuales el 50 por ciento se industrializa en la región, o sea que 65 mill/litros se industrialización fuera. Con una producción de 360 mil litros diarios se consumen entre los 180 mil /220 mil litros día de leche fluida. La sequía que afecta a la mayoría de los departamentos tamberos de la provincia se han agudizado aún más durante las últimas semanas. La seca no sólo perjudica a los cultivos, sino también al ganado y a la lechería en forma muy singular. Realmente muy poco leche para una cuenca, que si bien marginal, siempre año tras años su marca en litraje de cruda fue en crecimiento.
Poca producción
El consumo per cápita anualizado arroja un valor de 179 litros por habitante y por año, lo que representa una disminución del 6% respecto al año anterior, hace 28 años que no se registraba tan bajo consumo. Además de ser cuantitativa, la caída es de tipo cualitativa, ya que los productos de mayor valor agregado y/o unitario son los que presentan mayor caída porcentual en el consumo: yogures, postres, leches saborizadas, leches no refrigeradas, quesos procesados, untables y leches en polvo descremadas.
Aunque se lo quiera negar la producción tambera tiene insumos atados al dólar que afectan su rentabilidad. Es que a los costos de arrendamiento se suman los de los insumos, entre los que se cuentan los fitosanitarios, fertilizantes o semillas; la alimentación, con balanceados que están en moneda extranjera; y los productos veterinarios.
La actividad lechera, en toda su cadena de valor, resulta de mucha relevancia dentro de las economías regionales de la provincia de La Pampa. Los tambos y las industrias se organizan tanto a nivel interno como en su entorno inmediato para lograr una simultánea eficiencia, calidad, flexibilidad y velocidad de reacción debido a ser uno de los sectores más intensivos y dinámicos de la producción pampeana.
El sector lechero pampeano se ha caracterizado por su comportamiento cíclico a través de los años, muy ligado a los precios ofrecidos por la leche a los productores y a la relación de éste con el costo de los granos. Una excepción a esos ciclos ocurrió durante la década de los ’90, donde tuvo lugar un período de expansión, con aumentos sostenidos de la producción (allí por vez primera vez se superó la barrera de los 100 millones de litros anuales) la que siguió creciendo a una tasa media anual superior al 7%.
Al mismo tiempo el corrimiento de la frontera agropecuaria por culpa de la soja, maíz y girasol aumentó la demanda de tierras para arrendar, lo que acentuó el achicamiento de los tambos y la salida de éstos del sistema, agravando el proceso de disminución en la producción de leche. Además, y según el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (Ocla) las exportaciones cayeron 11% en 2018 por impactos negativos en tambos e industria láctea. Según el Indec el año pasado se exportaron 263.310 toneladas de productos lácteos, lo que significa una caída del 12% respecto al mismo período del año 2018.
En crisis
En la mayoría de los tambos la respuesta nutricional es inmediata. En otras palabras, si el animal come en el día, mañana ya está produciendo; por el contrario si no come o come mal, no hay leche. El organismo de las vacas lecheras es un termómetro muy exacto; si hace frío, bajan la producción; si no hay agua, bajan la producción, y en muchos casos el efecto se nota en poco tiempo.
Lo mismo sucede cuando se termina el alimento balanceado o el grano en el engorde a corral, al otro día cuando se las ordeña producen menos. De no continuar el incipiente ritmo de lluvias del mes de enero, a los productores no les quedarán reservas y como los precios del forraje son elevados es difícil prever que es lo que sucederá. De continuar mejorando el perfil del suelo en los próximos días, habrá que esperar que el agua resulte suficiente y que el pasto rebrote.
Según un informe de la Facultad de Veterinaria de la UNLPam la subcuenca sur, se encuentra en el centro-sur e involucra los departamentos de Atreucó, Hucal, Utracán y Guatraché. Es la mayor en concentración de tambos (54%), y en cantidad de vacas en ordeñe (45%); a pesar de esto es la zona de más reciente dedicación a la actividad tambera produciendo el 42% de la leche.
La subcuenca centro, localizada en Capital, Catriló, Conhelo, Loventué, Toay y Quemú Quemú, es la más pequeña de las tres tanto en cantidad de productores (18%), como en cantidad de vacas en producción (25%). Produce apenas un 24% del total de leche producido en La Pampa. Se encuentra bien desarrollada en infraestructura tambera.
Finalmente, la subcuenca norte, comprendida por los departamentos de Chapaleufú, Maracó, Rancul, y Realicó es la más antigua en cuanto a la actividad tambera y la que mejores condiciones agro ecológicas posee, con un buen nivel tecnológico. Concentra el 28% de los tambos y el 30% de las vacas en ordeñe, las cuales se concentran en casi el 22% del territorio pampeando dedicado a la actividad, produciendo el 34% de la leche total. El stock estimado de vacas lecheras se distribuyen en un 30% en General Campos, Miguel Riglos, Bernardo Larroudé, Santa Rosa y General Pico.
Lácteos Mamuu
Uno de los emprendimientos impulsado por el Ministerio de La Producción de La Pampa y que más ha rendido en lo que refiere a la producción láctea local, es Lácteos Mamuu emplazada en Centro Regional de Educación Tecnológica (Ceret) de General Pico, que elabora entre 200 y 250 mil litros por mes.
Nació a fines del 2018 año y desde que se inauguró tuvo varios objetivos que lograron concretarse, entre ellos el de acercarse a los sectores más vulnerables con precios accesibles a su bolsillos. A pesar de los desajustes económicos en el país. Sobre la base de agregar valor crear trabajo y producir alimentos con un fin social pero con una capacidad de procesamiento de 7 mil litros de leche diaria y que persigue tres objetivos: ser una planta escuela, que lo producido tenga destino social y en la lechería en particular aquel emprendimiento ya se convirtió en un lugar de referencia para determinar cómo se componen cada uno de los eslabones de la cadena de costos.
Sucede que de allí salió durante 2019 no sólo leche fluida, sino también yogurt, dulce de leche y crema. Ante la carestía de los productos lácteos en góndola la demanda es cada vez mayor y ya se produce al máximo de la capacidad. Pro la a suba de costos fijos, el aumento el combustible requirieron una adaptación muy rápida. El proyecto de la planta láctea, recordó fue el de mantener un precio social por debajo del resto de los productos en góndola de primeras marcas con una diferencia del 20 al 30%. Con esa misma lógica se distribuyen lácteos en toda la provincia llegando a fines del año anterior a unas 35 localidades con recorridos y logística propia de distribución.

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